El príncipe
Harry afirmó en una entrevista que para hacer frente a la muerte de
su madre, la princesa Diana, y a las presiones de la vida real, bebió
mucho y consumió drogas a finales de sus 20 años y principios de los
30.
En una amplia
charla con Oprah Winfrey, que será parte de una serie documental de Apple
TV+, el exduque de Sussex reveló datos sobre su salud mental y el estigma
que hay en torno al tema.
Durante el
programa, habló sobre la pérdida de su madre, la princesa Diana de Gales,
y dijo que cuando ella murió en 1997, él tenía 12 años y estaba “muy enojado
por lo que le pasó”. En los años posteriores a su deceso, pocas personas a
su alrededor hablaron sobre su muerte.
El príncipe de la familia real
británica también habló sobre los ataques de pánico y
ansiedad que padeció cuando ya era adulto.
De los 28 a
probablemente los 32 fue una época de pesadilla en mi vida”, afirmó.
Hubo un tiempo en
que, durante su juventud, Harry protagonizó varias portadas de los
periódicos de la prensa sensacionalista del Reino Unido. Harry bebió mucho al
no sentirse feliz con su vida.
Y me encontraba
bebiendo no porque lo disfrutara, sino porque estaba tratando de ocultar algo.
Estaba dispuesto a beber, estaba dispuesto a tomar drogas. Estaba dispuesto a
intentar hacer las cosas que me hacían sentir menos como me sentía”, aseguró
Harry.
En 2020, Harry y su
esposa, Meghan Markle, dejaron
de ser miembros de la realeza y se mudaron a California. La pareja habló
recientemente con Winfrey sobre su decisión de alejarse de la monarquía porque
estaba “destruyendo” su salud mental.
Por su parte, Markle
declaró a Winfrey que llegó a contemplar el suicidio mientras estaba
embarazada de su hijo, Archie.