Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo el 40
por ciento de países registran al menos el 90 por ciento de las muertes y sus
causas, lo que indica el subrregistro que también debe observarse en el
contexto de la pandemia.
Las muertes causadas directa o indirectamente por
la pandemia de COVID-19 habrían sido entre el doble y el triple de
las reportadas oficialmente, lo que situaría entre seis y ocho millones el
número de fallecidos, frente a los 3.4 millones reportados oficialmente, dijo
hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la región de las Américas, el número real de muertes relacionadas
con la enfermedad se habría situado en 2020 entre 1.2 y 1.5 millones, en lugar
de las 900 mil reportadas, según las estimaciones realizadas por la OMS en
el marco de la preparación de sus Estadísticas Sanitarias Mundiales y que se
basan en gran medida en modalizaciones matemáticas.
En Europa los decesos se habrían situado entre 1.1 y 1.2
millones, es decir, el doble de las 600 mil muertes reportadas.
“Las muertes directas por la COVID-19 representan
una fracción del verdadero impacto que ha tenido la pandemia”, declaró el
analista de datos de la OMS, William Msemburi.
La estimación se ha realizado teniendo en cuenta
principalmente el número total de muertes que se podían haber esperado en
función de la evolución de la mortalidad observada en años anteriores, la cual
se alteró por la pandemia, explicó.
“Los reportes ofrecen una foto incompleta de la situación,
entre otras cosas porque mucha gente murió antes de pasar un test de COVID”,
agregó Msemburi.
Las Américas y Europa son las regiones que ofrecen
información más completa sobre las tasas de mortalidad a nivel nacional en
2020.
Las estadísticas han logrado capturar de forma segura que el
año pasado hubo tres millones de muertes adicionales en el mundo, con respecto
a las 1.8 millones de muertes atribuidas directamente a la COVID-19 hasta
diciembre.
Existe la certeza de que muchos otros murieron por el
impacto de la pandemia en los sistemas sanitarios, que tuvieron que interrumpir
tratamientos de enfermos crónicos y limitar al máximo la atención de pacientes,
mientras que la emergencia del coronavirus disuadió o impidió que otros
acudieran a los hospitales
Msemburi comentó que, del lado contrario, algunas muertes se
evitaron, como en el caso de las provocadas por la gripe -por la reducción de
los contactos sociales- y por accidentes de tráfico, debido a las restricciones
de la movilidad.
ð The latest World Health Statistics report finds that #COVID19 is responsible for at least 3 million excess deaths in 2020 ð https://t.co/yAXB5bzx1g#HealthData pic.twitter.com/DMd9fg69I2
— World Health Organization (WHO) (@WHO) May 21, 2021