Su canción es 'La Vida Es Un Carnaval' de Celia Cruz, su presencia en un ring es sinónimo de alegría y diversión, sin embargo, la vida real para Pimpinela Escarlata dista mucho de ser color de rosa.
Así lo mencionó el histórico luchador se AAA, quien hizo crudas confesiones sobre su vida llena de abusos e injusticias.
"Me agarraron chiquito, me tocaron y abusaron de mí. Me siento feliz, pero no lo soy ¿Qué me hace falta para ser feliz? Sacar al niño dañado que llevo dentro. De ahí en fuera todo está bien. Yo siempre aprovecho estos espacios para desembuchar todo lo que a mis 52 años he sufrido. Soy feliz en la lucha libre, pero en lo personal llego a la casa y todo cambia", dijo el oriundo de Coahuila en charla con el diario Récord.
Y es que abajo del ring, el día a a día de Pimpinela resulta ser complicado, seas lo emocional hasta lo físico y con recuerdos que marcaron para siempre su vida.
“Cuando iba en la primaria todos me molestaban y me llamaban ‘joto’. En la colonia me llamaban ‘Popo’ por que estaba gordo como el General Popo. Viví un infierno por tanta discriminación por parte de ls compañeros más grandes y me decían ‘¡Popo es joto! ¡Popo es joto!’ Y yo les decían que me dejaran en paz y tenía que golpearlos, desde que tengo uso de razón era bien cabrón para los madrazos y siendo más chico que ellos me los golpeaba".
Los exóticos en el mundo de la Lucha Libre tuvieron un antes y un después desde que apareció Pimpinela en el ring. Junto a Cassandro fueron parteaguas de este movimiento y hoy en día, son símbolos del orgullo Gay dentro del pancracio nacional.
Es por ello que Pimpi habló abiertamente de su sexualidad y cómo espera que se le recuerde en la industria.
"Soy gay. Soy un hombre, no me siento mujer aunque tengo algo de feminidad por dentro y en mi mentalidad, pero por fuera no dejo de ser un hombre. Por dentro soy una persona que tiene muchos sentimientos, que quiere lo mejor para todos sus compañeros”.
A sus 52 años, Pimpinela sigue luchando, sigue siendo estandarte de Lucha Libre AAA y uno de los consentidos de la afición en México.