El Gobierno de España aprobó una propuesta legislativa que
permite a partir de los 14 años cambiar de sexo en el registro civil con un
trámite administrativo, sin pruebas ni testigos, y acaba con la necesidad de
informes sanitarios y de tutelas médicas y legales para proceder a tal
modificación.
“Pretendemos superar esta histórica invisibilidad, la
estigmatización y la falta de reconocimiento de los derechos de las personas
LGTBI”, argumentó la portavoz del Ejecutivo, la socialista María Jesús Montero,
en conferencia de prensa, al referirse al anteproyecto de ley, que debe pasar
una serie de trámites de consulta antes de ser remitido al Parlamento para su
votación.
La norma ha sido objeto de discrepancias y dura negociación
durante meses entre los socialistas y los izquierdistas de Podemos, que
gobiernan en coalición, y de críticas de un sector del movimiento feminista que
cree que esta ley supone el “borrado de las mujeres”.
“Esta es una ley feminista que entiende que o llegamos todas
o no llega ninguna”, respondió Montero a esos reproches, y subrayó que España
“hace historia” con esta legislación.
El anteproyecto dispone que los menores de 12 y 13 años
necesitarán una autorización judicial para cambiar su sexo en el registro
civil, mientras que a partir de los 14 cualquier persona podrá hacerlo con un
trámite administrativo.
De esta manera, la voluntad de la persona será el único
requisito para tal modificación registral, y se acaban así los informes
sanitarios y la necesidad de tutelas médicas y legales.
Este fue uno de los principales puntos de fricción entre los
socios de gobierno, que finalmente acordaron permitir el cambio de sexo y
nombre de la persona que lo solicite en el registro civil sin necesidad de
testigos, pruebas ni informes médicos.
La propuesta legislativa, a la que se oponen los
conservadores y la extrema derecha, establece un mecanismo para evitar el cambio
continuo de sexo y, con ello, el fraude de ley. Quienes hayan cambiado la
mención registral del sexo necesitarán una autorización judicial para volver a
hacerlo, y solo una vez.
La ley dejará de considerar enfermas a las personas trans y,
además, se prohibirán las terapias de conversión, aversión o
contracondicionamiento destinadas a modificar la orientación, identidad o
expresión sexual.
“Es un paso de gigante” en el avance de los derechos de las
personas trans y LGTBI, insistió Montero.
Según la ministra de Igualdad, Irene Montero (Podemos), se
demuestra la “fortaleza” del Ejecutivo de coalición con este anteproyecto; y se
felicitó porque, a pesar de las diferencias, se ha conseguido hacer políticas
“que mejoran la vida de la gente y amplían las oportunidades de felicidad de
millones de personas”.
El movimiento LGTBI celebra la ley, aunque lamenta que deje
fuera a las personas trans migrantes y a las no binarias -que no se perciben
totalmente como hombre o mujer y prefieren identificarse con un tercer género o
ninguno-.
Fuente: López-Dóriga Digital
ð£ Aprobamos en #CMin el Anteproyecto de Ley para la Igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantÃa de los derechos LGTBI.#EsLeyTransLGTBI ð³ï¸âðð³ï¸ââ§ï¸
— D. G. Diversidad Sexual y Derechos LGTBI (@LGTBIGob) June 29, 2021
ðð¾ España contará por fin con una Ley que reconozca y ampare los derechos de las personas trans y LGTBI.
Hilo â¤µï¸ pic.twitter.com/dM4l1hh4dq