Al menos 17 personas, entre ellos agentes de la policía,
resultaron heridas tras la explosión de un conjunto de fuegos artificiales caseros cuando era destruido
anoche por un equipo de expertos en explosivos en Los Ángeles,
California.
La detonación dañó autos y reventó ventanas en varias
viviendas, según las autoridades. No obstante, podrían pasar días hasta
determinar por qué el material estalló dentro de un contenedor de hierro
en un camión y destrozó el vehículo en lo que se suponía era una operación
segura para neutralizar explosivos.
Los fuegos artificiales habían sido incautado
junto con toneladas de material pirotécnico ilegal en un vecindario del sur de
Los Ángeles.
“Claramente, se siguieron y cumplieron los protocolos. Pero
en ese recipiente de contención ocurrió algo que no debería haber ocurrido y no
sabemos por qué”, dijo el jefe de policía Michel Moore. “Pero pretendemos
descubrir por qué”.
La explosión, registrada a las 19:30 y que se oyó a dos
cuadras de distancia, rompió las ventanas de viviendas, autos y una
lavandería, y dejó un auto volcado de lado.
Nueve agentes de policía y otro del Departamento de Alcohol,
Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF por sus siglas en
inglés) fueron atendidos en el hospital por lesiones menores, indicó el jefe de
bomberos Ralph M. Terrazas.
Seis civiles de entre 51 y 85 años fueron trasladados al
hospital, tres con lesiones leves y tres moderadas. Otra persona fue atendida
en el lugar, según responsables de bomberos.
En Los Ángeles y varias zonas del condado es ilegal vender o
poseer fuegos artificiales, pero “todos los años, vemos la devastación y la
destrucción que provocan”, dijo Terrazas.
La explosión se produjo después de que la policía pasara el
día gestionando entre mil 300 y 2 mil 200 kilos de fuegos artificiales
comerciales encontrados en la vivienda tras recibir un aviso esa mañana. La
policía los encontró en un patio, en cajas apiladas hasta más de dos metros
de altura, dijo Moore.
Las cajas venían identificadas como fabricadas en China. El
jefe de policía explicó que se habían comprado fuera del estado para venderlas
en el barrio en los festejos del 4 de julio.
Moore dijo que se habían llevado al lugar tres camiones y un
remolque para llevar los fuegos artificiales a un lugar seguro. Sin
embargo, en la casa se encontraron también unos explosivos caseros
demasiado peligrosos para moverlos, indicó Terrazas.
Se trataba de 40 artefactos caseros del tamaño de latas
de refresco, con mechas sencillas, y unos 200 dispositivos similares más
pequeños.
Ese material se colocó en un “vehículo de contención total”,
dijo Moore. El camión incluía una cámara esférica de hierro diseñada para
detonar explosivos de forma segura. En el hueco se colocaron menos de 4,5
kilos de material, mucho menos que su límite de seguridad.
“Ese recipiente debería haber bastado para acabar con ese
material”, dijo. En lugar de eso, se produjo “un fallo total, catastrófico de
ese vehículo de contención”.
Como medida de seguridad, antes de la detonación la policía
había llamado a las puertas para evacuar las casas a ambos lados de la calle
donde estaba estacionado el camión. Pero los bomberos encontraron después a
gente en algunas de las viviendas.
Pese a los cristales rotos, Terrazas dijo que la explosión
parecía haber causado daños principalmente superficiales a las viviendas, y que
las conducciones de agua y gas estaban intactas.
Moore señaló que un equipo de respuesta con miembros de todo
el país llegaría a la localidad para examinar el lugar y realizar una
investigación que podría tomar varios días.