Mujer descubre objeto atorado en su nariz tras prueba de PCR de detección

01 julio 2021
Noticias de Yucatán. 

No cabe duda que las pruebas PCR para detectar el coronavirus, covid-19, son incómodas, pero necesarias para saber si tienes o no el contagio. Sin embargo, siguiendo la frase ‘en esta vida todo puede ser posible’, una mujer de Nueva Zelanda experimentó algo que quizá no imaginó.  Después de una prueba PCR descubrió que tenía algo atorado en su nariz. ¿Qué tenía escondido? Te contamos la historia viral de Mary McCarthy.

Mary McCarthy de 45 años solía someterse a varias pruebas PCR para detectar el coronavirus, covid-19. Por su trabajo –cocinera– debía comprobar que su salud estuviera en orden. Sin embargo, en medio de su rutinaria revisión, en una ocasión la prueba le dejó un tremendo dolor y sensibilidad en sus fosas nasales. ¿Qué tenía?

Al acudir al médico para saber por qué le dolían las fosas nasales, el doctor que la atendió descubrió que la mujer tenía una ficha de un juego de mesa desde hace 37 años. El objeto se había quedado incrustado en una fosa nasal cuando era niña.

De acuerdo con el medio Stuff –que también recoge el medio BioBioChile, el médico tuvo que quitarle la pieza de juego que tenía en su nariz mediante una cirugía. ¿Cómo llegó esa pieza a su nariz? Según la mujer, esa pieza pertenecía a un juego de mesa -llamado Tiddlywinks- que disfrutaba con sus hermanos cuando era niña.

Recordó que cuando tenía ocho años puso dos piezas en sus fosas nasales y una de ellas jamás salió:

“Una vez inhalé accidentalmente uno en lugar de soplarlo, y estaba un poco asustado para decírselo a mi madre, así que no lo hice. Recuerdo estar aterrorizada en ese momento, pensando ‘adónde se ha ido’”, indicó la mujer al medio Stuff.

Desde aquel entonces, Mary McCarthy recuerda que siempre tuvo problemas en su nariz, lo que le dificultaba respirar, aunque jamás prestó atención hasta ahora con la prueba PCR. Los médicos le realizaron una tomografía que destapó que tenía un objeto en sus fosas nasales

“Afortunadamente, la enfermera y el médico creyeron que era más que dolor en los senos nasales. Me preguntaron si alguna vez me había metido algo en la nariz y les conté lo del juego, como riéndome. Cuando me desperté pregunté, ‘¿qué era?’. Y me dijeron que era la pieza del juego y que ni siquiera había perdido su color. Había calcificación a su alrededor y probablemente por eso mi nariz se había torcido un poco”, contó al medio ABC.

 

 

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