A LAS 6:49 pm, en el Centro Penitenciario de Huntsville,
Texas, se consumó la ejecución de John Hummel, un ex infante de marina que asesinó
a su esposa embarazada, a su hija de 5 años y a su suegro mientras dormían.
La iniciativa Death Row Watche, dedicada a informar sobre
los casos de pena de muerte en Estados Unidos, confirmó la ejecución de Hummel,
a sus 45 años de edad, con una inyección letal.
La noche del 17 de diciembre de 2009, el sentenciado apuñaló
a su esposa de 34 años, Joy Hummel, 35 veces, de acuerdo con la información que
presentaron los fiscales, durante el juicio. El ex marino también mató a golpes
a su hija, Jodi Hummel, y a su suegro en silla de ruedas, Clyde Bedford, con un
bate de béisbol. Luego prendió fuego a su casa, en el suburbio de Kennedale en
Fort Worth.
Esta ejecución es la segunda en Texas este año. El
estado reanudó las ejecuciones en mayo después de casi un año en que condenó a
muerte a Quintin Jones por el asesinato de su tía abuela Berthena Bryant en
1999.
Hummel inicialmente le dijo a la policía que no estaba en
casa cuando ocurrió el incendio y huyó a California.Fue arrestado el 20 de
diciembre de ese año después de que Aduanas y Protección Fronteriza lo
detuvieran cuando se presentó para ingresar a los Estados Unidos en el cruce
entre Tijuana, México y San Ysidro, California.
Según los fiscales, Hummel, que trabajaba como guardia de
seguridad en un hospital, mató a su familia porque quería estar con una mujer
que trabajaba en una tienda de conveniencia.
Durante su juicio, los fiscales presentaron pruebas de que
Hummel había intentado matar a su familia en una ocasión anterior poniendo
veneno para ratas en su cena. Ese plan se frustró cuando la familia tiró la
comida, asumiendo que había salido mal.
La ejecución de Hummel estaba programada para el 18 de marzo
del año pasado, pero se pospuso debido a la pandemia de coronavirus.