La agencia calificadora Moody’s aseguró que la economía mexicana ha sido una de las más lentas para recuperarse de los impactos de la pandemia de COVID-19, en comparación con otras naciones de América Latina.
“La recuperación económica en México ha sido más lenta que en otras grandes economías latinoamericanas debido al estímulo fiscal limitado y la continua incertidumbre política, lo que ha obstaculizado el repunte de la inversión privada”, señaló.
En el documento “Perspectivas soberanas para América Latina y el Caribe”, Moody’s detalló que México y Centroamérica se beneficiarán en 2022 del sólido crecimiento de Estados Unidos y de los fuertes flujos de remesas, lo que impulsará el consumo interno.
Destacó los casos de Brasil, Chile, Colombia y Perú, países que -dijo- superarán a finales de 2022 los niveles de producción de 2019, cosa que no sucederá con México.
No obstante, explicó que en países con un gasto relativamente alto en programas sociales, como Chile y Colombia, y una focalización adecuada en los grupos vulnerables, como Brasil, México, Uruguay; los gobiernos estarán mejor posicionados para ampliar el alcance de los programas y satisfacer las demandas sociales con mayor eficacia.
El 5 de noviembre pasado, Moody’s revisó a la baja su expectativa de crecimiento para la economía mexicana de este año al situarla en 5.5%, desde el 6.0% previsto en agosto pasado, cifra por debajo del 6.1% pronosticado por la Secretaría de Hacienda. Mientras que para el año 2022, la agencia mantuvo en 3.0% su estimación y prevé una desaceleración mayor para 2023, de 1.9%.
El pasado mes de octubre, la agencia calificadora de riesgos consideró que la reforma constitucional del sector eléctrico propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, es negativa para efectos crediticios.
Y es que a consideración de Moody’s, se “disminuiría la transparencia operativa, disuadiría la inversión privada, desincentivaría la generación de energías renovables y probablemente aumente el costo total de la electricidad”.
Mediante un comunicado, recordó que la iniciativa propone eliminar la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), dos entes reguladores independientes, los cuales, de acuerdo con la calificadora, son claves en el desarrollo del sector energético en el país ya que dan “seguridad y estabilidad” a los participantes del mercado.
“La eliminación de la CNH y de la CRE socavaría la confianza de los inversores porque debilitaría la transparencia y el marco institucional del sector”, enfatizó.
Advirtió que si se aprueba la propuesta, la cual se encuentra en la Cámara de Diputados, es probable que se desencadenen disputas legales internacionales, se afecte la competitividad de la inversión extranjera y los inversionistas se aparten de las prácticas regulatorias acordadas.
Explicó que la iniciativa presidencial-que busca darle más fuerza a la Comisión Federal de Electricidad (CFE)- “desincentivaría la inversión en generación renovable, probablemente elevando los costos de la electricidad”, apuntó.
Moody’s Indicó que la reforma conllevaría la cancelación de permisos de generación de energía y acuerdos de compra de energía, así como la invalidación de plantas de autoabastecimiento, productores independientes de energía y plantas adjudicadas en subasta de contratos de energía a largo plazo.
Insistió en que la propuesta de reforma no solo crearía un mercado de electricidad más costoso que aumentaría la necesidad de subsidios, sino que además impediría el progreso de México en el logro de sus objetivos de energía limpia.