A tres años del inicio de la pandemia de Covid-19, aun lidiamos con las consecuencias de aquellos meses, en los que no sólo vimos partir a nuestros seres queridos, sino que marcó el inicio de una crisis en todos los aspectos y que nos llevó a replantear cada aspecto de nuestro estilo de vida.
El plano económico resultó un ejercicio de supervivencia, principalmente para aquellas personas tenían una empresa, pues más de un millón de micro, pequeñas y medianas empresas cerraron sus puertas definitivamente en un periodo de 17 meses, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en diciembre del 2020.
La encuesta sobre el Impacto Generado por Covid-19 en las Empresas, que se realizó de septiembre a octubre del 2020, indicó que el 7% de las compañías tuvieron alguna afectación a causa de la pandemia, entre las principales afectaciones fueron: disminución de ingresos (79%), baja de demanda (51%) y escasez de insumos y/o productos (22%).
Las empresas tuvieron que reinventar sus modelos de operación y digitalizarlos; sin embargo, las tres compañías coinciden en que la clave para superar la crisis fue el apoyo y la pasión que sus colaboradores mostraron con la empresa.
Colaboradores, lo más importante
Roberto Ramos, socio fundador y director general de Arréglalo, mencionó que la pandemia les trajo tiempos difíciles que los orilló a replantearse todo lo que estaban haciendo en el día a día.
“Nos hizo enfrentar muchos retos, nos hizo limpiar la casa con todo lo que veníamos haciendo mal y nos hizo verdaderamente poner atención en lo que vale la pena, que es: poner mucho más atención en nuestros franquiciatarios, remodelar el formato de negocio, consolidar nuestra red y supimos sacarle provecho, demostramos que fuimos resilientes ante una pandemia y salimos adelante”, comentó Roberto.
La franquicia nació en el 2004 y se dedica a hacer ajustes y composturas de ropa, cuenta con 120 unidades en todo el país, donde laboran mujeres de entre 18 y 60 años, que representan 97% del capital humano de la empresa.
A pesar de las dificultades, el empresario señaló que entre 2020 y 2021 sólo cerraron dos unidades e incluso cerraron con números positivos en la entrega y apertura de nuevas franquicias. Todo esto lo atribuyó a la labor que tuvieron como equipo de trabajo y a darle valor a la parte humana.
“Para mi lo más importante son las relaciones humanas, el negocio es el negocio, el peso, es el peso, pero la gente es lo que hace a la empresa, con nosotros no hay empleados, tenemos colaboradores”, destacó el empresario.
Recordó que cuando inició la pandemia en lo primero que pensó fue en la gente. “Trabajamos y nos aseguramos de que no se perdiera el empleo de ninguna persona. En corporativo y en las unidades apoyamos a las personas que se internaban o que tenían situación con algún familiar y sabíamos que podíamos desaparecer del mercado, pero teníamos claro que la única forma de sobrevivir y salir adelante era haciendo más fuerte a nuestro equipo”.
Ser líderes y no solo jefes
Para los fundadores de Franquicia Máster, la pandemia les trajo momentos muy complejos que los obligaron a ser más creativos y evolucionar a la digitalización de sus procesos.
“Estos últimos tres años cambiaron la perspectiva del negocio e hicieron que madurara mucho más rápida la visión que teníamos sobre lo que queríamos proyectar. Todo esto nos enseño que podemos trabajar con algunas áreas desde casa, implementamos tecnología a nivel punto de venta, a nivel desarrollo de softwares para que el control de las sucursales hoy en día sea más eficiente, nos ayudó a hacer la transición a una empresa 4.0”, señaló Vladimir Ramírez, socio fundador de Franquicia Máster.
La compañía surgió en 2012 con la idea de tener un abanico de oportunidades para los inversionistas y han creado sus propias marcas a lo largo de estos años, como Churrería Porfirio, Taco in o 60´s Burger.
El sentido de pertenencia que ha fomentado el corporativo fue clave para afrontar la pandemia y mantener el proyecto a flote. Mostrarse como líderes y no como jefes o dueños de la franquicia les ayudó a mantener en sincronía a sus colaboradores y franquiciatarios.
“Mucha de la visión del proyecto es hacer las cosas desde el amor. Creemos que cuando hay crisis, cuando hay eventualidades, cuando hay conflictos, la única forma de rescatar un proyecto es desde el amor, porque involucra unión, trabajo en equipo, empatía y se vuelve una cadena de valor. El compromiso de ser una central franquiciante es que podamos nosotros transmitir tanto a nuestros colaboradores como a nuestros franquiciatarios la misma visión y filosofía”, finalizó Vladimir.
La familia es clave
Las medidas de sanidad para contener la pandemia obligaron a los negocios a cerrar temporalmente, una de las empresas que también tuvo que bajar sus cortinas temporalmente fue Chanfle y Recontrachanfle, con apenas un mes de operación.
Fueron momento muy complicados por esta situación; sin embargo, el apoyo de la familia fue clave para no perder el camino, así lo mencionó Valeria Pérez Ríos Gómez, directora de Chanfle y Recontrachanfle.
“Tuve mucha suerte porque el apoyo de mi familia ha sido impresionante y es algo muy importante para los emprendedores, porque sí o sí hay días en los que te vas a despertar y vas a decir: ‘¿qué estoy haciendo?, ¿ya estoy loco?, no me quiero parar, sólo tengo problemas’, y ellos están ahí, escuchándome y alentándome”, recuerda Valeria.
Dice que lo más importante en Grupo Chespirito, empresa que se encarga del manejo y la explotación de la imagen de los personajes que creó Roberto Gómez Bolaños, es que se ha logrado transmitir empatía y equipo de trabajo, “tuvimos suerte de contar con un equipo que ha estado muy comprometido desde el primer día”.
El Economista
