Rubén, un migrante hondureño, fue golpeado por hombres que intentaron robarle a su mascota Lupita.
Ayer, el hombre de 38 años paseaba por calles de la colonia Doctores, de la alcaldía Cuauhtémoc, en compañía de su perra.
Al llegar a la avenida Cuauhtémoc y la esquina de la calle Doctor Márquez, el hombre fue agredido por los delincuentes. Ellos le exigían que entregara una mochila que el hombre llevaba.
Al negarse a obedecer a los asaltantes, ellos intentaron arrebatarle a la fuerza a su compañera.
El hombre, en estado de ebriedad, enfrentó a golpes a los delincuentes para evitar que se llevaran a la perra de apenas meses de nacida.
Los ladridos del animal alertaron a quienes caminaban por la zona. Los testigos vieron a los agresores que golpeaban al supuesto indigente y, por ello, pidieron ayuda de policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Cuando los agentes arribaron al lugar, los atacantes ya habían huido con la mochila de su víctima.
Al hombre lo hallaron desmayado, porque los asaltantes lo golpearon en la cabeza.
Por eso fue necesario que una ambulancia arribara al lugar, para que los paramédicos atendieran al hombre que sangraba profusamente.
Mientras ellos daban auxilio a Rubén, la mascota permaneció en los brazos de su dueño.
Este hecho, que fue captado por los curiosos que pasaban por el lugar, se viralizó en redes sociales.
Cuatro meses tiene el ciudadano hondureño radicando en la Ciudad de México.
Lo cazan cuando iba por las ‘chelas’
En otro hecho sangriento, al terminarse las chelas que Enrique de 33 años ingería dentro de su casa, el hombre salió a comprar más, pero ya no regresó a su hogar, tras ser atacado a balazos.
El homicidio de Enrique ocurrió la noche del sábado. Según Alfredo, papá de la víctima, el joven se dirigía a una tienda tras salir de su casa, en el cruce de las calles Guanajuato y Toluca, en la alcaldía Tláhuac.
Tras dar sólo unos pasos, fue atacado a balazos desde una motocicleta que era tripulada por dos sujetos.
Tras escuchar las detonaciones, vecinos de la zona salieron de sus domicilios y se encontraron con Enrique tirado en el asfalto, por lo que llamaron a los servicios de emergencia.
Al llegar al lugar, paramédicos confirmaron la muerte del joven, causada por una bala que le entró por la costilla derecha.
Policías acordonaron el área, donde se hallaron 4 casquillos calibre .9 milímetros.
Tras ser reconocido por sus padres, el cuerpo de Enrique fue llevado al Ministerio Público.
Aunque el joven asesinado tenía dos presentaciones ante el Ministerio Público, sus papás aseguraron desconocer el móvil del crimen.
