López Obrador rechazó este jueves calificar de terrorismo la explosión de siete minas terrestres la noche del martes al paso de un convoy de policías estatales y municipales por Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, que dejó seis muertos y 14 heridos y negó que los grupos de madres que buscan a sus familiares desaparecidos estén relacionadas con los hechos.
“De acuerdo con la información que se tiene, hablaron a ese teléfono, supuestamente a nombre de las madres buscadoras, y todo indica que no es cierto, que fue una mentira, que no fueron las madres las que llamaron”, dijo el mandatario al ser cuestionado sobre el tema en su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
Aseguró que se trata de hechos crueles, que “no se pueden aceptar, permitir, justificar de ninguna manera”.
A la pregunta de si se trata de terrorismo, López Obrador dijo que prefiere no adelantar nada sobre esto. “Hay que ver en sentido estricto lo que significa el terrorismo, que está más vinculado a la parte política, ideológica, y a los fanatismos, y no dar entrada, no abrir la puerta para los ultraconservadores vecinos nuestros que quieren tener excusas, pretextos para vulnerar nuestra soberanía”, dijo, en referencia a los políticos republicanos estadounidenses que han pedido que los cárteles mexicanos sean considerados como organizaciones terroristas y que sean combatidos por su ejército.
—¿Quieren sembrar el terror?-, le preguntaron los reporteros.
—Sí, actuar con más violencia. Creo que eso desde luego produce mucho dolor, pero también mucho repudio de todos, de la sociedad-, respondió el mandatario, quien agregó que el uso de explosivos por parte de grupos criminales “es una forma de agresión que se utiliza constantemente. Estamos confiscando explosivos constantemente en toda esa zona, en Michoacán, Jalisco, Guanajuato”.
El tabasqueño señaló que hay una investigación en curso a cargo del gobierno de Jalisco y que el gobierno federal está en disposición de apoyarlo.
