La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EU (NOAA, sigla en inglés) informó este jueves que espera una temporada de huracanes en el Atlántico “por encima de lo normal” debido a las altas temperaturas del mar, con la formación de entre 14 y 21 tormentas tropicales, de las cuales entre 6 y 11 serían huracanes.
La actualización realizada a mitad de temporada por el Centro de Predicción Climática de la NOAA atribuye la “probabilidad de una mayor actividad” ciclónica a las “temperaturas récord que se registran en la superficie del mar” en estos meses.
La NOAA vaticinó en mayo pasado una temporada de huracanes “casi normal” en la cuenca atlántica, que comenzó el 1 de junio y va hasta el 30 de noviembre.
El pronóstico corregido ahora hace hincapié en que las altas temperaturas de la superficie marina “probablemente contrarresten” las condiciones atmosféricas asociadas al fenómeno de El Niño en curso y puedan llegar a registrarse entre 2 y 5 huracanes de categoría mayor.
El fenómeno de El Niño, en el Pacífico, favorece la aparición de los vientos verticales cortantes en el Caribe y el Atlántico tropical, lo que puede debilitar las tormentas a medida que se forman.
Sin embargo, “el calor anómalo extremo” registrado en el Atlántico puede contrarrestar parte de los vientos cortantes típicos provocados por El Niño, apuntó ya en julio pasado una actualización de la Universidad Estatal de Colorado (CSU, sigla en inglés).
Los expertos de la NOAA señalan que hay un 60% de probabilidades de que la temporada de huracanes en el Atlántico sea por encima de lo normal (desde la previsión de mayo, que pronosticó una probabilidad del 30%).
Por ello, la probabilidad de una actividad casi normal ha bajado al 25%, por debajo del 40% de probabilidad prevista en mayo, añadió la agencia científica, que en esta actualización le da al Atlántico solo un “15% de posibilidades de ver una temporada por debajo de lo normal”.
La cuenca atlántica experimentó “un comienzo activo de la temporada de huracanes con cinco tormentas” (una de ellas sin nombre, en enero), una de las cuales, Don, devino en huracán.
Una temporada de huracanes promedio registra 14 tormentas con nombre, de las cuales 7 se convierten en huracanes, incluidos 3 huracanes de categoría mayor (3.4 o 5 en la escala de intensidad Saffir-Simpson).
Matthew Rosencrans, jefe de pronosticadores de huracanes de la NOAA, destacó que El Niño en curso y “la fase cálida de la Oscilación Multidecadal del Atlántico, incluidas temperaturas récord de la superficie del mar en el Atlántico” son factores climáticos que se espera que influyan en la actividad de huracanes en el Atlántico en 2023.
“Teniendo en cuenta esos factores, la perspectiva actualizada requiere más actividad, por lo que instamos a todos a prepararse ahora para la temporada que continúa”, advirtió Rosencrans.
En cuanto a las condiciones de El Niño que se observan actualmente, los expertos dijeron que existe “una probabilidad superior al 95% de que El Niño continúe durante el invierno del Hemisferio Norte”.
Otros factores claves en la formación del pronóstico actualizado de la NOAA fueron “la cizalladura del viento por debajo de lo normal, los vientos alisios del Atlántico, ligeramente por debajo de lo normal, y un monzón de África occidental casi o por encima de lo normal”.
En junio pasado, la NOAA implementó un nuevo modelo para ayudar a trazar pronósticos de huracanes.
La NOAA instó en su actualización a todos los residentes en “áreas vulnerables a tener un plan bien pensado” y “mantenerse informados a través de los canales oficiales” a medida que avanza esta temporada de huracanes.
Con información de EFE.