Ana Guevara, directora de la CONADE, no descansa en su cruzada contra los atletas mexicanos. No sólo es que no les apoye, motivo que ya ha causado toda la indignación posible: sin ningún sentido de la pena, está en contra de ellos. Sus actitudes y declaraciones no podrían ser más ilustrativas. Guevara, que no es nueva en política pues lleva más de 14 años en ese mundo, no conoce ni la sensibilidad ni las formas que tanto se pregonan en esa profesión.
No le importa caer en la incongruencia ni mostrar ineficacia de manera descarada, porque siempre tendrá bajo la manga un discurso de confrontación con el cual quitarse las culpas y depositarlas en los atletas, esos hombres y mujeres que, como ella en su momento, padecen las injusticias de un sistema en el que el deporte de alto rendimiento no es visto como prioridad. La nueva lanza de Ana Gabriela escaló de nivel. Directamente acusó a los atletas mexicanos de "quedarse callados" en los anteriores gobiernos, siempre y cuando recibieran dinero.
“No soy una entidad de caridad, soy el ente de gobierno. Y el ente está regulado y no es que el dinero lo tenga en una caja para dispersarlo y al que llegue le dé, le dé y le dé. Y luego lamentablemente pues maleducaron a muchos atletas, por callarles la boca les llenaron la boca de dinero y los maleducaron. (Son) malacostumbrados y maleducados, porque si levantaban un poquito la voz pues les daban más dinero y se callaban la boca”, dijo en entrevista con Star+, específicamente en el programa de entrevistas que conduce Hugo Sánchez.
Guevara, que se retiró del atletismo justamente por una pelea a nivel federativo, después de años de señalar falta de apoyo, ahora también dice que los atletas deben competir únicamente "por amor al arte". Su sentido de patria radica en una concepción tan retrógrada como ignorante: hay que competir por el orgullo de representar al país y no por interés económico. Como si los atletas no dedicaran toda su vida, todo su tiempo y esfuerzos, a un deporte, y lo mínimo que exigen por ello es que se les apoye con sus gastos deportivos —ya ni hablar de que tengan becas dignas, con las cuales también puedan mantenerse y así poder concentrarse al 100% en su disciplina—.
"¿Qué significa representar al país? ¿Representas al país porque te pago o representas al país porque te nace? Esta confusión mediática que se ha hecho con las becas. La beca es un estímulo, no un salario y un estímulo que está sujeto a resultado. De ahí que se da toda la controversia”, señalo la medallista olímpica en Atenas 2004, que durante años anheló la posición que hoy tiene, con el supuesto argumento de que ella sí iba a estar del lado de los atletas porque los entendía, porque fue una víctima de ese sistema que ahora perpetúa y tan bien defiende.
¿Qué le diría la Ana Gabriela Guevara deportista a la Ana Gabriela Guevara política? Algo es seguro: no se quedaría callada. Como hoy no se callan los atletas que representan a México en el mundo con todo en contra, hasta contra su propia representante, la que debería proveerlos de recursos no para ser millonarios, como piensa Guevara, sino meramente para poder competir. Y también hace oídos sordos y se pone la venda en los ojos con lo que le conviene.
Ella está enterada de todos los esfuerzos que están haciendo los atletas para costear sus viajes y hospedajes. Lo sabe y no lo dice (y cuando lo hace, es para menospreciar) porque así se cae su discurso meritocrático. Como también se cayó su postulado de que las becas se daban conforme a resultados —lo cual ha terminado por ser falso—. Ana Gabriela Guevara, ayer como hoy, sólo tenía un objetivo: tener razón y obtener beneficios para ella. Hoy está más claro que nunca.
