Por lo general, hablamos que para manejar se requiere una edad mínima para recibir el permiso o licencia para conducir. Aunque dependerá del estado en el que vivas, la gran mayoría requiere renovar este documento con cierta frecuencia.
Por el contrario, casi no pensamos en la edad máxima a la que se debería permitir a una persona manejar. Los reflejos, la vista y la capacidad de llevar un auto por las calles se pierden con los años. ¿En México debería haber un máximo de edad para manejar?
Límites de edad para manejar en otros países
Este tema requiere de consejo de expertos en la tercera edad así como de las autoridades para generar un plan de licencias de manejo con respecto a la edad. Para poner en contexto, en otros países es posible conducir aún después de los 80 años bajo algunas condiciones.
En Reino Unido recientemente salió la noticia de un señor de 98 años que, aunque tiene más de 5 décadas de experiencia al volante, tuvo que tomar un curso de manejo para acreditar sus capacidades. Esto fue bajo un programa que enseña a jóvenes de 17 años todo lo necesario para ser buenos conductores.
Este curso está diseñado para explicar el funcionamiento del auto y de las calles, donde el señor de 98 años pudo obtener nuevamente su licencia para conducir. Cabe resaltar que en Reino Unido, después de los 70 años, se debe de renovar cada 3 años para comprobar las capacidades al volante con la edad.
En Estados Unidos, por ejemplo, no hay una edad límite en la que se pueda manejar a nivel nacional, pero algunos estados lo limitan a 70 u 80 años. Para renovar la licencia de manejo hay que tomar cursos y exámenes médicos que permitan conocer el estado general de cada persona.
Signos de que alguien debe dejar de manejar
Esta tarea puede ser complicada, pues las personas de la tercera edad pueden considerarse autosuficientes al momento de manejar, aunque los reflejos hayan disminuido. El primer paso es ser empático y tratar de explicar por qué deberían dejar de conducir. Además de ello, algunos signos de que está perdiendo las habilidades al volante pueden ser varias.
Desde golpes ligeros al auto cuando se estacionan, pérdida de capacidad para mantenerse en un carril, manejo errático e incluso problemas de salud bastan para alentar a alguien a ceder las llaves del auto. Recordemos que en las calles conviven cientos de personas, y un accidente podría resultar fatal.