Costco, la gigante de los clubes de precios, ha capturado la atención no solo por su variedad de productos, sino también por las decisiones estratégicas que ha tomado en el mercado mexicano. Fundada en 1976 por James Sinegal y Jeffrey Brotman en San Diego, California, esta cadena se ha convertido en la segunda más grande del mundo después de Walmart y la quinta minorista en Estados Unidos.
En 1983, Sinegal inauguró la primera tienda Costco en Seattle, logrando un increíble crecimiento de cero a 3 mil millones de dólares en ventas en seis años. En 1993, se fusionaron con Price Club, formando PriceCostco con 206 sucursales. No fue hasta 1997 que eliminaron "Price" de su nombre.
A la fecha, los dueños de las tiendas Costco son todavía sus fundadores, James Singela y Jeffrey Brotman, asimismo, son dueños de la marca exclusiva de Costco, Kirkland, que guarda un gran secreto, y es ser el éxito de la cadena de supermercados.
Esta marca ha generado un asombroso total de 58 mil millones de dólares en ventas durante el último año fiscal, constituyendo una cuarta parte de los ingresos de Costco. Kirkland no solo atrae a los miembros a renovar sus membresías anuales, sino que también cimienta la reputación de Costco como un destino para productos de calidad a precios asequibles.
Por encima de los titulares sobre ventas y fusiones, el verdadero corazón de Costco reside en su capacidad para entender las necesidades de sus clientes. Kirkland no es simplemente una marca; es un símbolo de confianza.
La lealtad de los clientes hacia Kirkland ha convertido a esta marca privada en un pilar fundamental de Costco, generando ingresos significativos y solidificando su posición en el mercado.
Desde jugos hasta ropa y neumáticos, Kirkland ha llegado a simbolizar calidad y valor. Costco ha demostrado que la combinación de precio y calidad es una fórmula para el éxito.