La llamada “batalla de Campeones Mundiales Indiscutidos” quedó lejos de ser el espectáculo esperado porque Saúl Álvarez le ganó sin problemas a Jermell Charlo, quien reconoció públicamente que Canelo lo aturdió como nadie en su carrera por el poder en los puños.
En desventaja porque subió dos divisiones para poder pelear con el tapatío en las 168 libras, Charlo igualmente aceptó que Canelo Álvarez tiene la pegada más fuerte de todos los rivales a los que se ha enfrentado y dijo que lo mejor que podía hacer ante la metralla del mexicano era arrodillarse, tal y como en el séptimo round, en la única caída de la pelea.
Canelo puso contra las cuerdas a Charlo y tiró un volado de mano derecha que se metió entre la guardia alta de Jermell, quien hizo acuse de recibido al quedar maltrecho por el impacto en la sien. Si bien quiso esquivar los lanzamientos posteriores del mexicano, el nacido en Louisiana no tuvo otro remedio que poner rodilla sobre el ring para el conteo preventivo.
“Sí, esa fue como la primera vez que de verdad sentí un golpe que me dejó mareado. Siempre soy yo el que daba esos golpes, esta vez me tocó estar del otro lado”, afirmó Charlo.
Charlo acepta: ‘Habría pasado una vergüenza si no me arrodillo’
La marcada diferencia de peso natural entre ambos peleadores supuso una ventaja para Canelo Álvarez, quien lució mucho mejor que en sus dos peleas previas ante Gennady Golovkin y John Ryder. Por su parte, Charlo aceptó que pudo haber sufrido mucho más daño si se hubiera envalentonado tras la caída en el asalto número siete.
“He visto boxeo y he estado en el boxeo por tanto tiempo, que sabía que si simplemente seguía de pie habría pasado una vergüenza. La cosa habría sido distinta. Fui lo suficientemente inteligente para reagruparme y recuperarme. Si me quedaba de pie y hubiera seguido peleando, tratando de aclarar mi mente, me habría castigado con más golpes”.
Esta fue la segunda caída de Jermell en su carrera, pues el 24 de mayo de 2014 fue derribado con mayor dureza en el tercer round contra Charlie Bellamy, en una pelea que Charlo terminó ganando por decisión unánime.