El obispo de Cuernavaca, monseñor Ramón Castro Castro, acusó que el municipio de Cuautla (ubicado en el estado Morelos) se ha visto afectado por la presencia de grupos criminales que se dedican a cometer extorsiones contra establecimientos y comerciantes, principalmente.
En la homilía del domingo 17 de marzo, Castro Castro señaló que las tortillerías son obligadas a pagar “derecho de piso” para poder operar. Estas amenazas se han extendido hasta los puestos de hamburguesas que se ubican en la ciudad morelense. De acuerdo con el obispo, las tarifas que exigen los extorsionadores ascienden hasta los 50 mil pesos.
“Imagínense ustedes, a las tortillerías, ¿saben de cuánto es la extorsión? 50 mil pesos de entrada y 10 mil por mes. A la señora que vende hamburguesas le cobran derecho de piso. Es increíble”, aseveró el también secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Agregó que el crimen organizado arribó al poblado de Casasano, ubicado en el municipio de Yautepec, donde extorsionan a los transportistas que trasladan cañas de azúcar al ingenio de dicha localidad.
“En el Ingenio de Casasano ya se acercó el crimen organizado y piden 50 mil pesos por cada camión que llega”, acusó
En ese sentido, el prelado se pronunció por lo ocurrido con Miguel Barranca García, regidor de Cuautla y líder cañero que ha sido amenazado por grupos delincuenciales que le exigen un pago por extorsión.
El pasado fin de semana, hombre armados arribaron a la calle Jonacatepec en la colonia Morelos y rafaguearon la casa donde vive Barranco García. Reportes preliminares indican que el inmueble recibió más de 20 impactos de pala en la puerta principal, aunque el regidor no resultó herido.
“El líder cañero que seguramente no quiso (pagar las extorsiones), ayer intentaron matarlo. Así estamos. Es nuestra realidad”, sentenció el obispo de Cuernavaca.
En febrero del año en curso, el presidente de la Red Nacional de Consejos Ciudadanos, Rafael Rueda, comentó en entrevista con Nmás que los pequeños comerciantes son los más afectados por la ola de extorsiones registrada en Cuautla.
Explicó que hombres armados van a los negocios y “dejan un papelito” con un número telefónico para establecer comunicación. “Posteriormente es donde empieza el tema de la extorsión”, señaló.
Restaurantes, bares, tortillerías, tiendas de abarrotes, vendedores ambulantes y recolectores de basura son extorsionados de manera constante, apuntó Rueda, lo que provocado el cierre forzado de negocios y establecimientos.
Estos señalamientos contrastan con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los cuales indican que en todo 2023 sólo se reportaron 236 casos de extorsión en el estado de Morelos.