Al llegar a la casa en Iztacalco, Gabriela encontró muertos a sus dos hermanos y a una mujer trans, novia de uno de ellos. Las víctimas bebían alcohol dentro del domicilio de Iztacalco cuando fueron baleados.
Como todos los días a las 5:30 de la mañana, la mujer llegó a la casa de su familia para abrir el local donde ella trabaja en la colonia Gabriel Ramos Millán.
Pero para abrir la cortina de la panadería es necesario que primero ingrese a la casa y así llegar al local.
Así lo hizo pero al llegar a la sala de la casa número 2510 de la calle Sur 109, la mujer encontró a uno de sus hermanos ensangrentada y sentado en un sillón de la sala.
Al buscar a su otro hermano en una de las recámaras, lo encontró muerto al igual que a su novia.
Alertada por el hallazgo, la mujer pidió ayuda de policías y paramédicos para que acudieran al lugar a auxiliar a las tres personas.
A su llegada, los paramédicos sólo informaron que los tres habían fallecido por heridas hechas con un arma.
Ante los agentes que atendieron el caso, la mujer dijo desconocer las causas de la muerte de sus hermanos.
Uno de ellos, se llamaba Ricardo y hace un mes salió de la prisión en donde estuvo encerrado por causarle lesiones a un hombre que bebía con él.
Alondra, era la mujer trans novia de Ricardo, y ella tenía una estética en calles de la misma alcaldía.
Gustavo era otro de los hermanos quien al igual que Ricardo, trabajaba como mecánico en un centro de verificación de la alcaldía.
Los dos hombre y la mujer eran conocidos por lo habitantes de la colonia quienes los califican como hombres trabajadores pero con el vicio del alcohol que los mantenía en constantes peleas.
Los agentes no encontraron las cerraduras violadas pero sí hallaron botellas de alcohol. Por eso piensan que los hermanos bebían con sus agresores que tras cometer el triple homicidio, huyeron del lugar.