PREGUNTA: Mi esposa y yo estamos bien sólo que no cogemos. Es así. Mi esposa y yo la llevamos bien sólo que cuando se me antoja a ella no y cuando a ella yo me hago el dormido. No coincidimos para darnos amor, lo demás marcha perfecto, incluso mejor que antes. ¿A esto le sigue la indiferencia o estamos en una etapa de amistad? ¿Qué va a pasar entre nosotros?
RESPUESTA: Está en tus manos coincidir, buscar la manera de reconquistar esa cama que sólo se ocupa para dormir. Busca crear reencuentros, ponte romántico, di palabras hermosas, lo que le gusta oír. Aplícate, está en ti tener una vida sexual activa, está en ti recuperar ese espacio y decidir lo que va a suceder entre ustedes.
PREGUNTA: Mi sobrina, la mayor, de Pau se volvió Pou. El rollo del género la tiene ‘confundide’, o como se ‘digue’. La cosa es que le gusta saberse hombre, sentirse masculine. Qué sé yo. Sí, es verdad que fue siempre tosca que las demás niñas; es verdad también que en el deporte dominaba, y que muchas veces le vi un lado fuerte y robusto, como de niño. Es verdad también que ni mi hermana, ni su esposo, ni mi madre, ni yo sabemos cómo lidiar con este problema, o si es un problema siquiera. ¿Cómo le podemos llamar a esta situación que nos tiene rebasados a todos?
RESPUESTA: Quizás esta situación sea sólo una fase, quizás una etapa. Seguramente en este momento no lo sabe con claridad ni ELLE. Lo importante es darle la plataforma para cuestionarlo, para sacar esa duda, para conocerse mejor. Busca ayuda profesional y ofrécele un espacio para conocerse a profundidad y no darle tanta importancia a ese tema como para cambiar su centro.
PREGUNTA: Después de la noche del tercer debate, en casa de mi novia, se armó el pleito. Me di un agarrón con mis suegros: “… de cómo se va a pactar con el narco es de lo que se deberían de tratar los debates y las entrevistas en este país. Ése el tema. Todos lo sabemos”, gritaba yo. Fue una discusión inservible, improductiva. Me salí de mis casillas. Lo sé, pero no podía parar, “la pasión, fue la pasión”, me justifique mil veces, pero ella me corrió y no ha querido contestar mis llamadas, me siento un imbécil. ¿Cómo arreglo esto?
RESPUESTA: Entiendo que te apasione la política, pero de verdad, eso que no está en tus manos resolver te hace olvidar lo que es tuyo y está en ti, por ejemplo el respeto que le debes a tu novia y a sus padres. Centrada tus prioridades. Pide una disculpa, manda flores y lleva un pastel. Cuida la relación con tu novia, cuida de los tuyos y a los tuyos. Aplícate, eso sí está en tus manos
PREGUNTA: Desde que murió mi suegra a mi esposa le gusta tomar, pero no sabe controlar las copas. Se le sube y dice cosas y habla feo, y se pone pesada y muy intensa y vulgar. Yo lo sé y mis amigos lo saben. Me lo han dicho. Hemos hablado de ir a un grupo AA pero en realidad no lo hemos hecho porque yo sé que ella necesita sacar el dolor y la acompaño porque es algo pasajero. ¿Crees tú que los buenos amigos deben de ser solidarios y aguantarla como yo cuando se le pasan las copas?
RESPUESTA: Es mentira que el dolor se saca con el alcohol y que puedes asegurar que es algo pasajero. Las parejas están para salvarse uno al otro hasta de sí mismos no para apoyar la autodestrucción. Las parejas están para sacarse del hoyo, para no dejarte hundir más. La tanatología ayuda a sacar el duelo de maneras más sanas. Eso es lo que necesita tu pareja, ve al AA y tú y tus amigos hagan fiestas sin alcohol.
PREGUNTA: Mi novia me llama machín porque cuando llego del trabajo quiero que la mesa esté servida y la comida lista. No quiero ni ayudar, ni preparar, ni lavar, ni recoger. Quiero que la casa huela a guisado, a pastel recién horneado. Quiero ver la tele, estar tranquilo con una chela fría, como era en casa de mis papás. Así de bonito lo recuerdo yo. No quiero reclamos, ni resentimientos. Entiendo, ella también trabaja; pero yo me jodo más y ella es la ama de casa. Es mucho pedir que me consienten cuando llego cansado del tráfico y de la chamba. ¿Eso es ser un machín?
RESPUESTA: Sí. Eres un machín. Atiende, procura y consciente a tu novia como quieres que lo haga ella. La pareja-pareja funciona. Me consientes, te consiento. Me cuidas, te cuida. Me das, te doy y así el círculo virtuoso crece, crece y crece. Un marido demandante como los de antes no tiene círculo de abundancia.
