El segundo debate entre los candidatos a la presidencia de México dejó entre otras cosas, el recuerdo de un nombre que hace mucho tiempo no se escucha en la vida pública y política del país, Carlos Ímaz Gispert, quien salió a relucir por su pasada relación marital con la candidata morenista, Claudia Sheinbaum.
La mención de Carlos Ímaz en el segundo debate tuvo por objeto golpear la credibilidad de la candidata oficialista de la 4T, al recordar el pasado oscuro de este personaje con el que estuvo casada y tuvo hijos. Y es que, no es la primera vez que el nombre de políticos izquierdistas salen a relucir en estos enfrentamientos electorales.
Anteriormente salió a relucir el nombre de René Bejarano, ex presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, y quien en marzo de 2004 se vio envuelto en un escándalo de corrupción al exponerse videos en los que se le ve recibir dinero por parte del empresario Carlos Ahumada.
Escándalo de corrupción de Carlos Imaz
El escándalo arrastró al entonces, recién electo, alcalde de Tlalpan, Carlos Imaz, de quien también salieron a la luz videos recibiendo dinero supuestamente para su campaña electoral. Este escándalo lo llevó a dejar vacante su puesto como jefe del ejecutivo en la delegación.
En entrevista con la periodista Carmen Aristegui, Carlos Imaz declaró que el dinero que había recibido fue destinado a las brigadas caza mapaches (expresión usada para referirse al grupo de personas encargadas de vigilar los comicios electorales por parte de un partido, e impedir el fraude electoral).
Además, aceptó haber recibido dinero del empresario Carlos Ahumada para financiar las campañas de Rosario Robles a la jefatura de Gobierno de la alcaldía Tlalpan. Dicho dinero habría estado condicionado a puestos en la Dirección de Obras y en la Dirección de Administración de la entonces delegación.
Según Carlos Ímaz, todo el escándalo, desde el ofrecimiento del dinero hasta la publicación de los videos fue un plan orquestado para golpear al entonces jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, hoy presidente de México.
Castigo de Carlos Ímaz
Tras el escándalo, Carlos Ímaz fue sometido a un juicio penal, en el cual, tras evaluar las evidencias recabadas por la Procuraduría del Distrito Federal en su contra, fue declarado culpable de cometer un delito electoral por un juez de lo Penal del Reclusorio Norte y sentenciado a 3 años 6 meses de prisión, además de suspendérsele sus derechos políticos.
Pese a su condena, Carlos Ímaz no pasó tiempo en prisión, ello porque la pena no alcanzó los 5 años de prisión, por lo que pudo evitar la cárcel al pagar una multa de 100,000 pesos, independientes a los 13,095 pesos de sanción pecuniaria.
Carlos Ímaz apeló la sentencia en su contra y el 15 de diciembre de 2004 fue exonerado por tres magistrados de la cuarta sala penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, quienes aseveraron que no existían pruebas para fincar una responsabilidad penal en su contra.
Precio político del escándalo
Tras el escándalo, los líderes del PRD se pronunciaron en contra de los actos de corrupción de los integrantes del partido. Incluso Andrés Manuel López Obrador, entonces miembro del partido se pronunció reprobando y reprochando la conducta de Bejarano, quien al final fue orillado a renunciar al partido.
Sin embargo, Carlos Ímaz se negó a renunciar y se mantuvo leal al partido y más concretamente a Andrés Manuel López Obrador, con quien participó en las protestas contra el fraude electoral en 2006, aunque sin asumir un papel preponderante al frente del movimiento obradorista, ahora 4T.
Actualmente, Carlos Ímaz, miembro fundador del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), mantiene un papel algo alejado del panorama político, y funge como docente en la en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, su alma mater, donde se graduó de la carrera de Sociología. Es profesor en esta casa de estudios desde 1984.
Relación Carlos Ímaz con Claudia Sheinbaum
Carlos Ímaz y Claudia Sheinbaum estuvieron casados de 1987 a 2016. Y producto de esa relación tuvieron una hija llamada Mariana Imaz Sheinbaum, quien tras la separación, pasó a ser la propietaria de la casa en la que la pareja habitó por 30 años, lo que le ha sido recriminado a la hoy candidata de Morena a la presidencia de México por parte de la oposición.
La mención de Carlos Ímaz en el segundo debate representa un intento más para golpear la credibilidad de la candidata morenista, hoy casada con el empresario Jesús María Tarriba, con quien vive, según afirma Claudia Sheinbaum, en una casa rentada.