La volatilidad en el tipo de cambio observada en junio fue un tema clave en la última decisión de política monetaria del Banco de México (Banxico). En la discusión, algunos integrantes de la Junta de Gobierno expresaron que el panorama inflacionario se ha complicado y esto amerita actuar con más cautela, mientras que otros consideran que hay condiciones para recortar la tasa de interés.
Algunos funcionarios señalaron que hacia delante se anticipa un menor crecimiento económico al previsto y consideraron que el balance de riesgos para la actividad productiva se ha sesgado a la baja, lo que impactará en los precios.
Las minutas de la decisión de política monetaria del 27 de junio, en la que se mantuvo la tasa en 11 por ciento, plasmaron que un miembro de la Junta refirió que, desde la última reunión, los retos de persistencia y ralentización del proceso desinflacionario se han mantenido.
“Opinó que por ello el panorama para la conducción de la política monetaria se ha vuelto más complejo. Al respecto, destacó la tendencia al alza de la inflación general, los cambios mixtos en sus expectativas entre abril y mayo, el ajuste en los pronósticos de inflación y un mercado laboral aún apretado”.
Añadió que el choque no previsto de volatilidad financiera por factores idiosincráticos es un obstáculo adicional para la convergencia de la inflación a la meta de 3.0 por ciento. Así, planteó que la restricción monetaria podría resultar insuficiente y, por eso, priorizó actuar con cautela y de dependencia en los datos.
Otro miembro enfatizó que no se requiere reducir la tasa de referencia hasta que no se tenga mayor certeza de que la inflación, sobre todo la subyacente, incluido el subcomponente de servicios, presenten una clara tendencia descendente.
“Externó que ante la mayor incertidumbre se debe tener sumo cuidado con las señales enviadas. Sostuvo que la dirección de los ajustes futuros representará una señal aún más fuerte que el nivel de la tasa objetivo per se”, expuso el documento de la autoridad monetaria.
De hecho, un miembro calificó la última decisión como “una de las más complejas del ciclo monetario”. Externó que un enfoque de gradualidad permite actuar responsablemente, aunque un ajuste es congruente dada la postura altamente restrictiva y el progreso en el proceso desinflacionario.
El subgobernador Omar Mejía, quien consideró viable una reducción de 25 puntos base a la tasa, argumentó que la conducción de la política monetaria debe ser prospectiva y no sobreponderar la evolución de la no subyacente.
Abren ventana a ajustes
Por otro lado, un integrante de la Junta aseguró que la volatilidad financiera vista en junio condujo a que prevalezca un entorno de mayor incertidumbre en relación con decisiones anteriores, aunque se ha moderado en línea con los sólidos fundamentos macroeconómicos del país.
Con ello, expresó que de ser consistentes con lo anticipado y si las condiciones macroeconómicas contribuyen a impulsar una dinámica de precios más favorable, sería apropiado retomar los ajustes a la baja, con la finalidad de buscar un equilibrio más eficiente en la conducción de la política monetaria.
Uno más abundó que mantener la tasa en junio no significa que se deje de contemplar la posibilidad de recortes en las próximas reuniones. “Recordó que a pesar de las fluctuaciones que ha exhibido la inflación general este año, esta permanece en niveles visiblemente menores a los máximos registrados”.
Con esta información, los analistas también dividieron opiniones. Por ejemplo, en Grupo Financiero Banorte y JP Morgan anticiparon una disminución de 25 puntos base en la próxima reunión el 8 de agosto.
“Banxico sigue dando señales de que procederá con cautela, pero una redacción menos agresiva abre la puerta a un recorte de tasas tan pronto como en la próxima reunión a principios de agosto”, dijo BBVA.
Goldman Sachs anticipa también un recorte de 25 puntos en agosto, con una decisión dividida, y para el cierre de año se espera que la tasa finalice en 10 por ciento.
Valores Mexicanos descartó un ajuste ante el repunte de la inflación para junio y las diferentes opiniones en Banxico. Del mismo modo, en Monex prevén que el banco central realizará una pausa en la reunión de agosto y la tasa de interés de referencia se ubicará en un nivel de 10.50 por ciento al cierre de año.