La Corte Suprema de Venezuela validó la reelección del presidente Nicolás Maduro pese a las denuncias de fraude por parte de la oposición y los países occidentales. Maduro fue proclamado para un tercer periodo presidencial con una votación de 52%, por encima de Edmundo González Urrutia (43%), según el Consejo Nacional Electoral (CNE), que no mostró el escrutinio detallado mesa por mesa. La oposición liderada por María Corina Machado asegura que González ganó la elección con más del 60% y que tiene pruebas para demostrarlo.
El mandatario pidió entonces al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) "certificar" el resultado, un fallo "inapelable". Pero tanto el TSJ como el CNE son señalados de servir al chavismo, y la oposición ya dijo que cualquier sentencia judicial al respecto sería "ineficaz y nula".
"Estarían violando los derechos inalienables de los electores", señala una carta difundida el miércoles.
Francisco Rodríguez, abogado y académico, considera no obstante que el TSJ "era el espacio para defender" la victoria que la oposición dice tener. "Si ellos dicen que tienen la mayoría, ¿por qué entonces no llevaron sus argumentos para defenderlos ahí?", cuestiona el analista, que está convencido del triunfo de Maduro.