Los expresidentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Dulce María Sauri, Pedro Joaquín Coldwell y Enrique Ochoa Reza calificaron como una “farsa” la reelección de Alejandro ´Alito´ Moreno y Carolina Viggiano como dirigente nacional y secretaria general, respectivamente, del tricolor.
“Este domingo se ha consumado la farsa. Esta reelección es producto de una Asamblea Nacional ilegal, a partir de una reforma ilegal de los Estatutos y de un proceso de elección ilegal con la que Alejandro Moreno pretende reelegirse y secuestrar el partido histórico de México”, señalaron los dirigentes a través de un comunicado.
Advirtieron que por primera vez el PRI ha sido secuestrado por la ambición personal y aseguraron que el daño jurídico solo se reparará cuando las autoridades electorales anulen la Asamblea Nacional.
“El PRI es un partido secuestrado por la ambición personal de Alejandro Moreno, alejado del buen desarrollo institucional del partido. El daño jurídico infligido el día de hoy al PRI se podrá reparar cuando el INE y el Tribunal Electoral anulen la Asamblea Nacional ilegal, así como todos los actos derivados de ella, como es la reelección. Sin embargo, el daño moral por los actos ilegales de la actual dirigencia será difícil de resarcir”, afirmaron.
Los expresidentes sostuvieron que la reelección de Alejandro Moreno afecta los principios de igualdad sustantiva y de paridad de género a la que está obligado el PRI, conforme a la Constitución y a los Estatutos.
Los exdirigentes del tricolor también criticaron al máximo tribunal electoral del país, de quien dijeron es “lamentable” que haya sido “permisivo” ante el “atraco” del proceso.
“Tuvieron la oportunidad de actuar y decidieron no hacerlo”, acusaron a los magistrados.
Los expresidentes nacionales del PRI advirtieron que el TEPJF “debe enmendar su error y resolver en última instancia bajo criterios estrictamente jurídicos que no den lugar a retrasos, ni a sentencias cuestionables por parcialidad o falta de rigor jurídico”.
Cabe recordar que este domingo, en la LXXII sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional del PRI, Alito Moreno consiguió 440 votos de los consejeros nacionales a su favor para lograr la reelección como dirigente nacional del PRI por otros cuatro años más, en un proceso que él mismo calificó como “ejemplar”.