La Guardia Nacional, en una operación estratégica, rescató nueve tortugas, algunas de ellas de especies en peligro, que estaban siendo enviadas por paquetería a Chiapas. Este hallazgo subraya la importancia de la lucha contra el tráfico de especies protegidas en México.
Rescate en medio de la vigilancia canina
Como parte de un operativo de vigilancia para prevenir el tráfico de sustancias ilegales, un binomio canino de la Guardia Nacional ingresó a una empresa de mensajería en la alcaldía Iztapalapa, Ciudad de México. Durante la revisión, el perro mostró un comportamiento inusual al acercarse a una caja de cartón. Al abrirla, los agentes descubrieron cinco tortugas del desierto y cuatro tortugas de tres lomos.
Las tortugas, empaquetadas de forma inapropiada entre trapos y basura, estaban siendo transportadas en condiciones deplorables, lo que provocó la muerte de una de ellas. Este incidente pone de manifiesto los graves riesgos que enfrentan las especies protegidas cuando son trasladadas ilegalmente.
Especies en peligro: un tesoro natural
Entre las especies rescatadas se encontraban tortugas del desierto y tortugas de orejas amarillas, ambas catalogadas como amenazadas o sujetas a protección especial según la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Estas tortugas habitan en regiones desérticas de México y son clave para la biodiversidad local. Su comercialización ilegal representa una seria amenaza para su supervivencia.
Por otro lado, las tortugas de tres lomos, conocidas como "Guao", son nativas de las zonas pantanosas del norte de Chiapas y la Costa del Golfo de México. Son cazadas por sus caparazones y carne, lo que agrava su situación de vulnerabilidad.
Acciones en favor de la fauna
Gracias a la rápida intervención de la Guardia Nacional, las tortugas sobrevivientes fueron entregadas a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), donde recibirán atención y serán reubicadas en un hábitat seguro. Esta operación es un recordatorio del compromiso del gobierno mexicano con la protección de la vida silvestre, y cómo la colaboración entre agencias es fundamental para frenar el tráfico ilegal de especies.
La conservación de la fauna es una responsabilidad de todos, y la Guardia Nacional sigue cumpliendo su rol de proteger la biodiversidad y evitar que estas prácticas ilegales continúen afectando el equilibrio ecológico.
