A consecuencia de las altas temperaturas registradas en los últimos días en la capital yucateca, especialistas que laboran en el DIF Municipal de Mérida, recomiendan prestar mayor atención al cuidado de los niños y de los adultos mayores, quienes son más vulnerables a sufrir afectaciones por estas condiciones climáticas.
El doctor del Centro Municipal de Atención Nutricional y Diabetes, Freddy González Basulto, comentó que el denominado “golpe de calor” provocado por el aumento de la temperatura corporal (arriba de los 40° C) y la deshidratación generada por la misma, afecta más a los niños y personas mayores de 60 años.
“Los niños están en desarrollo, por tanto, tienen dificultades para regular la temperatura; mientras más pequeños sean, más dificultad les da. En el caso de los adultos mayores, la pérdida de lo que se considera materia orgánica, digamos de músculo y cambios degenerativos normales de la edad generan una mayor dificultad para controlar la temperatura interna del cuerpo”.
González Basulto advirtió que las personas que consumen medicamentos para la atención de algunas enfermedades crónicas, tienen mayor riesgo de sufrir esta situación.
“Algunos medicamentos, más que disimular la sensibilidad a la deshidratación o a la sensación de sed, generan la pérdida de líquidos, como los diuréticos que son usados normalmente para el control de la hipertensión; una persona que está recibiendo diuréticos o un vasodilatador está en mayor riesgo de padecer estos problemas”.
Por último, el doctor González Basulto comentó que cuando un niño o un adulto mayor sufre el “golpe de calor” las consecuencias pueden ser muy graves en un menor tiempo, también recomendó incrementar el consumo de agua hasta a 3 litros, sin embargo, precisó que el consumo de líquidos depende de las actividades cotidianas de cada persona, ya que es diferente la sudoración y exposición al sol entre quien trabaja en una oficina y quien tiene que estar contantemente fuera de ella o en la calle.
La jefa del departamento de nutrición del DIF Municipal de Mérida, Ileana Fajardo Niquete precisó que una manera efectiva para prevenir la deshidratación es el consumo de alimentos frescos, más frutas y verduras, así como aguas frescas.
“Se debe beber agua simple, aunque no se sienta sed, una recomendación es llevar contigo un termo con agua y beber pequeños tragos constantemente; consumir frutas y verduras con alto contenido de agua como la sandía, piña, melón, naranja, jícama, pepino, lechuga y tomate; y procurar no consumir alimentos en la calle, ya que las altas temperaturas favorecen su descomposición, provocando enfermedades gastrointestinales como diarrea y vómitos”.
Fajardo Niquete también recomendó no consumir refrescos azucarados, bebidas energéticas o alcohólicas y sí hidratarse con aguas frescas que combinan ingredientes cuyas propiedades favorecen a la salud.
“La sandía contiene un 91 % de agua y esto quiere decir que su consumo puede ser útil tanto para prevenir como para tratar la deshidratación y la menta ayuda a regular la temperatura corporal debido a su capacidad para incrementar la sudoración, por eso es ideal para agregar a las bebidas en épocas de calor”.
Otras recomendaciones son: alejarse de temperaturas extremas, preferir estar siempre en la sombra, ya sea en lugares techados o bajo un árbol, o en su defecto protegerse con una sombrilla o gorra, usar protector solar, ropa fresca y evitar salir a la calle y hacer ejercicio en las horas más calurosas.
En caso de sufrir un “golpe de calor” que entre otros síntomas se manifiesta a través de dolor de cabeza, náuseas, mareos y dolor muscular, se recomienda trasladarse a un lugar lo más fresco posible y tomar la mayor cantidad de líquidos, de preferencia electrolitos, ya sea en su presentación comercial o Vida Suero Oral que proporcionan en los Centros de Salud Públicos. La persona deberá ser atendida posteriormente y a la brevedad, por un especialista de salud.
El doctor del Centro Municipal de Atención Nutricional y Diabetes, Freddy González Basulto, comentó que el denominado “golpe de calor” provocado por el aumento de la temperatura corporal (arriba de los 40° C) y la deshidratación generada por la misma, afecta más a los niños y personas mayores de 60 años.
“Los niños están en desarrollo, por tanto, tienen dificultades para regular la temperatura; mientras más pequeños sean, más dificultad les da. En el caso de los adultos mayores, la pérdida de lo que se considera materia orgánica, digamos de músculo y cambios degenerativos normales de la edad generan una mayor dificultad para controlar la temperatura interna del cuerpo”.
González Basulto advirtió que las personas que consumen medicamentos para la atención de algunas enfermedades crónicas, tienen mayor riesgo de sufrir esta situación.
“Algunos medicamentos, más que disimular la sensibilidad a la deshidratación o a la sensación de sed, generan la pérdida de líquidos, como los diuréticos que son usados normalmente para el control de la hipertensión; una persona que está recibiendo diuréticos o un vasodilatador está en mayor riesgo de padecer estos problemas”.
Por último, el doctor González Basulto comentó que cuando un niño o un adulto mayor sufre el “golpe de calor” las consecuencias pueden ser muy graves en un menor tiempo, también recomendó incrementar el consumo de agua hasta a 3 litros, sin embargo, precisó que el consumo de líquidos depende de las actividades cotidianas de cada persona, ya que es diferente la sudoración y exposición al sol entre quien trabaja en una oficina y quien tiene que estar contantemente fuera de ella o en la calle.
La jefa del departamento de nutrición del DIF Municipal de Mérida, Ileana Fajardo Niquete precisó que una manera efectiva para prevenir la deshidratación es el consumo de alimentos frescos, más frutas y verduras, así como aguas frescas.
“Se debe beber agua simple, aunque no se sienta sed, una recomendación es llevar contigo un termo con agua y beber pequeños tragos constantemente; consumir frutas y verduras con alto contenido de agua como la sandía, piña, melón, naranja, jícama, pepino, lechuga y tomate; y procurar no consumir alimentos en la calle, ya que las altas temperaturas favorecen su descomposición, provocando enfermedades gastrointestinales como diarrea y vómitos”.
Fajardo Niquete también recomendó no consumir refrescos azucarados, bebidas energéticas o alcohólicas y sí hidratarse con aguas frescas que combinan ingredientes cuyas propiedades favorecen a la salud.
“La sandía contiene un 91 % de agua y esto quiere decir que su consumo puede ser útil tanto para prevenir como para tratar la deshidratación y la menta ayuda a regular la temperatura corporal debido a su capacidad para incrementar la sudoración, por eso es ideal para agregar a las bebidas en épocas de calor”.
Otras recomendaciones son: alejarse de temperaturas extremas, preferir estar siempre en la sombra, ya sea en lugares techados o bajo un árbol, o en su defecto protegerse con una sombrilla o gorra, usar protector solar, ropa fresca y evitar salir a la calle y hacer ejercicio en las horas más calurosas.
En caso de sufrir un “golpe de calor” que entre otros síntomas se manifiesta a través de dolor de cabeza, náuseas, mareos y dolor muscular, se recomienda trasladarse a un lugar lo más fresco posible y tomar la mayor cantidad de líquidos, de preferencia electrolitos, ya sea en su presentación comercial o Vida Suero Oral que proporcionan en los Centros de Salud Públicos. La persona deberá ser atendida posteriormente y a la brevedad, por un especialista de salud.