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México está dentro del 25 por ciento de los países con mayores niveles de desigualdad en el mundo, donde diez personas concentran tanta riqueza como el 50 por ciento más pobre de la población del país, reveló el informe “México justo: políticas públicas contra la desigualdad”, presentado hoy por la organización Oxfam.
De acuerdo con el documento, las brechas entre ricos y pobres son tan marcadas, que en el país vive el hombre más rico de América Latina, Carlos Slim, junto con más de 50 millones de personas pobres.
Slim Helú ha hecho su fortuna básicamente con concesiones otorgadas por el Estado mexicano.
En México hay una concentración exacerbada de riqueza y esa es nuestra preocupación, dijo a SinEmbargo Ricardo Fuentes Nieva, director de Oxfam México. “En los 17 años que van desde que comenzó el siglo, la fortuna de los más ricos del país pasó del 24 por ciento al 28 por ciento”, explicó.
Para la organización, el modelo económico mexicano beneficia sólo a las élites económicas. Con base en las últimas cifras de Forbes, la riqueza de los mexicanos más ricos en 2017 fue de 116 mil millones de dólares, “esto significa que las 10 personas más ricas de México acumulan la misma riqueza que el 50 por ciento más pobre del país”, señaló Oxfam.
“Los grupos de interés económico ejercen influencia desmedida sobre diferentes políticas públicas para mantener privilegios. Esto constituye una captura política del Estado”, acusó la organización.
Al realizar una encuesta para determinar cómo percibe la gente la desigualdad y las políticas redistributivas, Oxfam México encontró tres resultados:
1. La gente considera que la desigualdad económica es un problema.
2. Se subestima la desigualdad en el país.
3. Se piensa que el gobierno es quien debe cambiar esta situación.
LA CORRUPCION EN LAS ESFERAS DE PODER
Fuentes Nieva señaló la corrupción dentro de las esferas del Gobierno es uno de los mayores obstáculos en México para abatir la pobreza y desigualdad.
“La corrupción es un problema muy grave para la desigualdad porque lo que hace es desaparecer recursos que se deberían estar utilizando en servicios público que beneficia a la gente más pobre”, mencionó.
Oxfam México señaló que los escándalos de corrupción dentro de los gobiernos han hecho que este problema forme parte de la agenda pública.
Datos de la organización revelan que en México, el 67 por ciento de la población opina que las leyes se respetan poco o nada en el país, la confianza en los partidos políticos y diputados está por debajo del 20 por ciento, y la confianza en la policía está por debajo del 34 por ciento. Asimismo, el costo de la corrupción, según Forbes Staff, oscila entre el 2 por ciento y el 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
POLÍTICA SOCIAL EN MÉXICO HA FRACASADO
Oxfam consideró que el modelo asistencial mexicano ha fracasado en el combate a la pobreza y la desigualdad. “La política social se ha convertido en un ‘alivio de la pobreza’ y no propicia igualdad de oportunidades”, detalló el informe.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), hay 6 mil 491 programas de desarrollo social en todo el país, pero además de haber duplicidad entre muchos de ellos, no todos tienen como objetivo erradicar la pobreza. Asimismo, en 2016 el 55.8 por ciento de la población no tenía acceso a la seguridad social.
Chiapas, Oaxaca y Guerrero son los estados más desprotegidos, por ello, Oxfam propone un enfoque basado en derechos sociales universales en el que se consolide un sistema de salud universal efectivo y que los programas sociales tengan un enfoque de derechos. Asimismo, evaluar la viabilidad de un piloto para la implementación del Ingreso Básico Universal.
También plantea aumentar la cobertura y calidad de educación y salud. Aunque ha mejorado la cobertura de estos servicios en el país, dijo, las desigualdades regionales son aún sensibles. “En las zonas rurales los niveles de infraestructura son casi nulos. Las más notables son las carencias de escuelas y hospitales”, indicó el informe.
La propuesta de mejora de Oxfam radica en un diseño de política de desarrollo regional para el sureste del país, así como la elevación de la matrícula escolar en el nivel medio superior.
SE DEBE MEJORAR EL SALARIO
Alrededor de 7.5 millones de personas reciben un salario mínimo en México. De 2012 a 2016, el número de personas con ese salario creció en casi un millón, mientras que el número de trabajadores con sueldos más altos se redujo de casi 4 millones a menos de 3 millones en el mismo periodo.
El empleo en México se caracteriza por generar trabajo formal, pero con pagas en extremo precarias, señaló Oxfam.
Para mejorar las condiciones de trabajo, la organización propone elevar el salario mínimo, fortalecer esquemas de asociación sindical y fortalecer el capital humano.
En lo que respecta a la política fiscal en México, el informe precisó que no tiene un impacto significativo en la redistribución del ingreso, pues los impuestos representan únicamente 19.5 por ciento del PIB. Esto hace que esté por debajo del promedio latinoamericano (21.7 por ciento) y muy lejos del de la OCDE (34.3 por ciento). La dependencia del petróleo es una estrategia frágil, pues los precios son volátiles.
De acuerdo con Oxfam y CEPAL, la tasa de impuesto efectiva que se cobra al 10 por ciento más rico en México, aún es muy baja en comparación con otros países de ingresos altos. Además, los grupos más privilegiados de México se benefician de mecanismos para deducir impuestos.
Las propuestas de Oxfam para las mejoras en el sistema tributario son: restablecer impuestos a la herencia, reformar el impuesto predial y cobrar mayores impuestos a instrumentos de renta fija y variable en el mercado de capital. Sin Embargo