Las cuatro muertes de diferentes especies ocurridas en Animaya derivaron ayer en una inspección de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) durante poco más de dos horas y media en ese zoológico.
Luis Antonio Balam Tzec, subdelegado de la Profepa, fue el encargado de la inspección, que se inició a las 10 horas y tuvo la participación de varios empleados de la dependencia federal.
Roger Echeverría Calero, director de Servicios Públicos Municipales, dijo que el operativo es una inspección de rutina como las que realizan con frecuencia en el Centenario.
Sin embargo, Marcia Lara de Moreno, presidenta de la Asociación Mexicana por la Defensa de los Animales, señaló que la inspección es producto de las cuatro muertes que han ocurrido en el zoológico y criticó que la intervención de la Profepa haya sido demasiado tardía.
—Los animales nunca debieron haber sido trasladados aquí, hasta que las condiciones sean las adecuadas, porque ahora no son las idóneas —expresó la señora Lara de Moreno.
La defensora de los animales criticó la postura del alcalde de continuar trasladando animales a ese zoológico del Bicentenario: “Que diga el alcalde por qué tiene el deseo de traer más animales, en qué basa su decisión, no tiene fundamento”.
Un pavo real falleció ahogado en una de las piletas, un flamenco sufrió fractura expuesta al trabarse su pata en un orificio de una de las bañaderas. También un ñu murió porque se puso a correr desde que llegó y le dio un golpe de calor, y un “blackbuck”, que llegó de Villahermosa, comió en exceso desde que arribó y murió por eso.
—El proyecto de Animaya es muy bueno, pero por el momento las condiciones para que estén los animales no son las adecuadas. El espacio está, pero no las condiciones para que vivan los animales que no son objetos, sino seres vivos —precisó Marcia Lara.
—Espero que la Profepa cumpla, como ha cumplido en otras circunstancias en la protección de los derechos de los animales. No puede ser que la jirafa que luchamos para quitársela a un circo hace varios años ahora esté sufriendo bajo el sol.
En relación con las muertes en el zoológico, Roger Echeverría afirmó que éstas ocurrieron por complicaciones en el proceso de adaptación y que ahora tienen un sistema de riego muy fresco para que la superficie sea confortable para las especies.
—En cuanto a los detalles por corregir es como en todo, el Centenario tiene más de 100 años y seguimos realizando mejoras para que la zona esté agradable para los animales —explicó el funcionario.
Representantes de la Profepa se negaron a proporcionar información sobre la inspección.
Mañana ofreceremos más detalles de una entrevista con Echeverría Calero.
