"En estos tres años se crearon cargos para los familiares y los cuates, como el Sifidey (que dirige Adolfo Peniche Pérez), la Comey (su primer director fue Nerio Torres Arcila), el Codezocy (creado con Víctor Cervera Hernández), el Ineco (Luis Aldana Burgos) y la Oficina de Asuntos Internacionales (Manuel Carrillo Esquivel), entre otros, que sólo abultaron la burocracia", indica Blanca Estrada Mora, presidenta de la Fecuy.
"En contraste, no hay dinero para programas como el de Equinoterapia, que fue el primero en reventar; Ganado Mejor, Fondo Pymes, los Paripasus (aportaciones) con la Secretaría de Economía, Conagua, Pueblos Indígenas, Sagarpa, Sedesol...
"Tampoco para las becas de capacitación, para el programa Emprender, Un Kilo de Ayuda, Fundación Produce, Fondo Xmatkuil-Reyes, para pagar Carrera Magisterial... Y sigue la deuda con proveedores.
¿Y los recursos?
"¿Dónde están los $70,000 millones que recibieron en estos tres años?", cuestiona la ex diputada, al hacer un balance del trienio.
"Ya van tres años y no hay tren bala, el Museo Maya, el Palacio de Yaxcabá, Ciudad Ucú, Parque Científico, las obras del Bicentenario, Ciudad Caucel II, ni los hospitales de Tekax y Valladolid, el malecón internacional está en veremos y lo único que han hecho es el muelle del chocolate.
"En un balance nos queda claro que todo fueron promesas, anuncios, reflectores, primeras piedras y no hay nada en concreto. Tenemos un gobierno de engaños", apunta la presidenta de la Fecuy.
"A ver qué cifras alegres, maquilladas, van a presentar (este domingo 17) en el III Informe constitucional, al que, por cierto, ni caso le hace la gobernadora, pues no asiste al Congreso, en un claro desdén a 'sus' diputados.
"Ahora más que nunca es necesario convocar a una glosa ciudadana del Informe, para que organismos civiles, cámaras empresariales, colegios de profesionales, universidades, clubes y público en general revisen las cuentas de este gobierno.
"En estos tres años, según cifras del Ejecutivo, se gastaron $30,369 millones en gasto corriente, es decir, en sostener a este gobierno.
"Y se gastaron, además, $19,534 millones en ayudas subsidios y transferencias.
"Sumando sólo esos dos rubros tenemos que se gastaron $49,903 millones, ¡el 70% de los $70,000 millones que recibió el gobierno en estos tres años!
"Frente al dispendio, la ausencia de resultados, la falta de castigo a la corrupción, el incumplimiento de los convenios porque no hay dinero para nada y la notoria prosperidad de muchos funcionarios, podemos inferir que Yucatán pasó del latrocinio a la rapiña institucional", recalca la ex diputada.
"En Yucatán está prohibido robar, ¡el gobierno no admite competencia!. ¡Por eso atraparon rápido a los asaltantes de Altabrisa!", indica Blanca Estrada
La profesora dice que un informe advierte que las deudas de los estados, entre ellos Yucatán, y municipios se han disparado en los últimos años y pueden ocasionar un "crack" al país.
"El peligro es que tienen comprometidas sus participaciones y si caen en moratoria, el gobierno federal tendría que entrar al rescate.
"Y ya sabemos las consecuencias que tendría este nuevo fobaproa, ahora gubernamental, pues nosotros lo pagaríamos", apunta.
A unos días del III Informe de Gobierno, un balance de las cifras oficiales arroja que el 70% del gasto de casi $70,000 millones en estos tres años se fue en gasto corriente y en ayudas, subsidios y transferencias.
En contraste, sólo el 8% ($5,124 millones) se destinó a obra pública. El despacho de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco tuvo un gasto de $343 millones, lo que significa que gastó más de 100 millones de pesos al año.
"Hace un año dijimos que la hacienda pública estaba quebrada y endeudada, con la deuda más alta de la historia. Hoy la situación está peor", advierte Blanca Genoveva Estrada Mora, presidenta de la Federación Estatal de Colonos Urbanos de Yucatán (Fecuy).
"No hay resultados, ni obras, servicios, dinero para convenios, ni recursos para comprar materiales básicos en los hospitales. ¿Qué hicieron con $70,000 millones en estos tres años?", cuestiona la ex diputada local.
"Hace un año advertí que Yucatán era víctima del dispendio, la abultada burocracia, el populismo, la farándula y el latrocinio institucionalizado.
"Hoy, con todo lo que vemos, de que no hay dinero ni para el mínimo necesario, Yucatán es víctima de la rapiña. Lo tienen en la lona y aún así están viendo que más se llevan", advierte la presidenta de la Fecuy.
Al hacer un balance de trienio con las propias cifras del Ejecutivo, afirma que "el saldo es más que negativo: hay un elevado gasto, ya saquearon al Estado, endeudaron hasta a nuestros nietos ¡y no somos dueños ni de las patrullas, porque son rentadas!"
