Debido a que los integrantes del equipo de seguridad del recinto legislativo no conocen a algunos funcionarios y políticos, les solicitaba las invitaciones correspondientes, lo que causó que los invitados se aglomeraran en el acceso principal.
Entre empujones, algunos insultos y reclamaciones airadas transcurrió la entrada de los invitados que recriminaron a los encargados de la seguridad la demora en el acceso.
Además, del personal de seguridad, se dispuso a agentes de la Secretaría de Seguridad Pública e incluso cinco perros policías para la vigilancia y dos arcos detectores de metales, a la entrada del edificio.