Los últimos siete meses y medio fueron de "mala suerte" para el paletero Jorge Burgos Ojeda: estuvo preso por un pequeño cuchillo que utiliza en su trabajo.
"Sólo por eso, nada más. Ese día mi patrón me dijo que lleve el cuchillo para que no lo agarren unos niños", relató el acusado.
"Hubo una revisión de la Policía de Mérida y como tenía el cuchillo, me detuvieron", continuó el inculpado en el Juzgado 2o. Penal que ayer lo liberó.
Una tía suya, radicada en Campeche, dijo vendría a verlo, pero no llegó. Como no tiene ni dinero ni parientes, la Defensoría de Oficio intentó una fianza por medio de la Fundación Telmex y no la consiguió.
"Me pusieron en la lista que hizo la gobernadora en diciembre y no me tocó", añadió.
Sin embargo, los esfuerzos culminaron: la Comisión Nacional por el Desarrollo de los Pueblos Indígenas pagó fianza de $3,600 y recuperó su libertad."No soy vándalo, no tengo antecedentes, el cuchillo es chiquitito y para mi trabajo", dijo el acusado tras amplia sonrisa que le causó su liberación.