Noticias de Yucatán
(educación, fraude)
(educación, fraude)
Escuelas "patito" que no forman bien a los universitarios
Publicada: 11 septiembre 2011
Publicada: 11 septiembre 2011
Se les conoce como licenciaturas "express" y son impartidas en escuelas de educación superior catalogadas como "patito", cuya apertura en los últimos años representa una competencia para universidades de larga tradición en el Estado o que han llegado bajo el auspicio de reconocidos centros de estudios.
En Yucatán hay alrededor de 70 escuelas de este nivel y se calcula que al menos 12 son universidades "patito" que operan sin problemas en la entidad, a pesar de varias deficiencias en su labor formadora.
Entre las características de estas instituciones destacan su publicidad engañosa, cobros de colegiaturas muy bajas para atraer estudiantes, promesas de que los estudios se concluyen en un lapso muy corto, falta de vinculación con el mundo laboral por la ausencia de prácticas profesionales, planes de estudios sin verificación y maestros sin preparación.
Esta situación afecta a las universidades que cumplen con la ley y la reglamentación. Expertos educativos consideran que las "patito" cometen un fraude a los alumnos que cursan en ellas sus estudios atraídos por las bajas colegiaturas, pues carecen de planes y programas de estudio de calidad y expiden títulos o diplomas sin validez.
Freddy Espadas Sosa, doctor en Educación, catedrático y ex director de la Universidad Pedagógica Nacional, asegura que en la entidad existen varias instituciones de ese tipo que abrieron sus puertas por el tráfico de influencias, la falta de vigilancia de las autoridades educativas y la reducida oferta de espacios en las escuelas públicas.
María Dolores Reyes Maya, asesora pedagógica de la delegación Yucatán de la Asociación Mexicana de Escuelas Particulares, afirma que las instituciones de educación superior "patito" cobran hasta 50% menos que las universidades serias, cuentan con planes de estudio sin supervisión que permiten acabar la carrera en un tiempo muy reducido y representan una competencia desleal.
La Asociación Mexicana de Escuelas Particulares, que es presidida por Francisco Arrañaga Ramírez, ha enviado oficios y ha externado quejas e inconformidades ante autoridades competentes por la operación de esas instituciones, pero no se ha tomado ningún tipo de acción y siguen funcionando, incluso en inmuebles inadecuados para una universidad.
Esos colegios no se apegan a la reglamentación oficial y es usual que prometan a los jóvenes que acabarán su licenciatura en lapsos muy cortos, incluso en un año y ocho meses.
También ofrecen titulaciones "express", dan la opción de asistir a clases sólo sábado y domingo, y no especifican los créditos que deben cubrir los alumnos, dice María Dolores Reyes.
"Hemos visto que han llegado a Yucatán universidades que prometen licenciaturas 'express'. En realidad sólo devalúan la educación superior y no están preparando a los jóvenes para que después se desempeñen adecuadamente en el campo laboral", afirma.
La Asociación Mexicana de Escuelas Particulares ha emprendido una lucha para que no se permita la operación de esa clase de instituciones.
"Por ética nunca decimos los nombres de las que operan en la ilegalidad, pues la lucha contra ellas no debe ser como en un mercado. Pero debemos tomar en cuenta que estamos formando a seres humanos", dice la asesora pedagógica.
"Así como han llegado instituciones de reconocido prestigio, también abrieron sus puertas en Mérida centros de estudios que no cumplen la reglamentación".
"Nosotros creemos que la competencia es válida, pero debe prevalecer la ética. Hay que contar con programas educativos actualizados y no usar publicidad que menciona supuestas ventajas para los alumnos que no son reales", subraya.
Las escuelas "patito" también se caracterizan por tener precios muy bajos en principio.
Una vez que captan al alumnos suben las colegiaturas.
La delegación Yucatán de la Asociación Mexicana de Escuelas Particulares recomienda que antes de inscribirse a una escuela de educación superior se verifiquen sus planes y programas de estudio, su prestigio, el tiempo que lleva abierta, qué les están ofreciendo y si las carreras tienen el complemento de las prácticas para acercar a los alumnos con el mundo laboral.
Freddy Espadas, ex director de la Universidad Pedagógica Nacional, afirma que miles de jóvenes no tienen acceso a escuelas públicas del nivel medio superior y superior porque el Estado no invierte lo suficiente en infraestructura educativa y tampoco contrata a más maestros
"Esta política restrictiva del Es tado, replicada por los gobiernos estatales, ha hecho que proliferen infinidad de escuelas particulares en los niveles de bachillerato y superior".
"No estoy contra las escuelas privadas, pero ¿quién vigila la calidad? Hay instituciones particulares de reconocido prestigio, pero también han proliferado aquellas en las que no se garantiza la calidad de lo que se imparte".
"El Ejecutivo no las supervisa ni las regula, es decir, no ejerce sus responsabilidades".
"El gobierno tiene la responsabilidad de regular a esas instituciones, pero los funcionarios que deben hacerlo se hacen de la vista gorda y actúan con ligereza en vez de supervisar que la educación se imparta con calidad".
En las "patito", añade Espadas Sosa, hay profesores sin suficiente preparación que lo mismo pueden dar clases de inglés que de historia, no se actualizan y reciben salarios "de hambre".
Además, esos centros escolares tienen infraestructura insuficiente e improvisada y equipamiento inadecuado.
"Las escuelas 'patito' son un auténtico fraude para llenar los bolsillos de vivales y mercantilistas de la educación".
"El Estado debe vigilar a esas escuelas y no autorizar por autorizar su operación porque sean del amigo o del compadre de algún funcionario público".
"La realidad es que hay un tráfico de influencias para apoyar a los amigos del partido y no se hace una valoración previa de las condiciones en que debe operar una escuela para brindar servicios de calidad".
"Esto afecta el nivel académico de los jóvenes, que al no salir bien preparados se aporrean en el sector laboral", concluye Espadas Sosa.
En Yucatán hay alrededor de 70 escuelas de este nivel y se calcula que al menos 12 son universidades "patito" que operan sin problemas en la entidad, a pesar de varias deficiencias en su labor formadora.
Entre las características de estas instituciones destacan su publicidad engañosa, cobros de colegiaturas muy bajas para atraer estudiantes, promesas de que los estudios se concluyen en un lapso muy corto, falta de vinculación con el mundo laboral por la ausencia de prácticas profesionales, planes de estudios sin verificación y maestros sin preparación.
Esta situación afecta a las universidades que cumplen con la ley y la reglamentación. Expertos educativos consideran que las "patito" cometen un fraude a los alumnos que cursan en ellas sus estudios atraídos por las bajas colegiaturas, pues carecen de planes y programas de estudio de calidad y expiden títulos o diplomas sin validez.
Freddy Espadas Sosa, doctor en Educación, catedrático y ex director de la Universidad Pedagógica Nacional, asegura que en la entidad existen varias instituciones de ese tipo que abrieron sus puertas por el tráfico de influencias, la falta de vigilancia de las autoridades educativas y la reducida oferta de espacios en las escuelas públicas.
María Dolores Reyes Maya, asesora pedagógica de la delegación Yucatán de la Asociación Mexicana de Escuelas Particulares, afirma que las instituciones de educación superior "patito" cobran hasta 50% menos que las universidades serias, cuentan con planes de estudio sin supervisión que permiten acabar la carrera en un tiempo muy reducido y representan una competencia desleal.
La Asociación Mexicana de Escuelas Particulares, que es presidida por Francisco Arrañaga Ramírez, ha enviado oficios y ha externado quejas e inconformidades ante autoridades competentes por la operación de esas instituciones, pero no se ha tomado ningún tipo de acción y siguen funcionando, incluso en inmuebles inadecuados para una universidad.
Esos colegios no se apegan a la reglamentación oficial y es usual que prometan a los jóvenes que acabarán su licenciatura en lapsos muy cortos, incluso en un año y ocho meses.
También ofrecen titulaciones "express", dan la opción de asistir a clases sólo sábado y domingo, y no especifican los créditos que deben cubrir los alumnos, dice María Dolores Reyes.
"Hemos visto que han llegado a Yucatán universidades que prometen licenciaturas 'express'. En realidad sólo devalúan la educación superior y no están preparando a los jóvenes para que después se desempeñen adecuadamente en el campo laboral", afirma.
La Asociación Mexicana de Escuelas Particulares ha emprendido una lucha para que no se permita la operación de esa clase de instituciones.
"Por ética nunca decimos los nombres de las que operan en la ilegalidad, pues la lucha contra ellas no debe ser como en un mercado. Pero debemos tomar en cuenta que estamos formando a seres humanos", dice la asesora pedagógica.
"Así como han llegado instituciones de reconocido prestigio, también abrieron sus puertas en Mérida centros de estudios que no cumplen la reglamentación".
"Nosotros creemos que la competencia es válida, pero debe prevalecer la ética. Hay que contar con programas educativos actualizados y no usar publicidad que menciona supuestas ventajas para los alumnos que no son reales", subraya.
Las escuelas "patito" también se caracterizan por tener precios muy bajos en principio.
Una vez que captan al alumnos suben las colegiaturas.
La delegación Yucatán de la Asociación Mexicana de Escuelas Particulares recomienda que antes de inscribirse a una escuela de educación superior se verifiquen sus planes y programas de estudio, su prestigio, el tiempo que lleva abierta, qué les están ofreciendo y si las carreras tienen el complemento de las prácticas para acercar a los alumnos con el mundo laboral.
Freddy Espadas, ex director de la Universidad Pedagógica Nacional, afirma que miles de jóvenes no tienen acceso a escuelas públicas del nivel medio superior y superior porque el Estado no invierte lo suficiente en infraestructura educativa y tampoco contrata a más maestros
"Esta política restrictiva del Es tado, replicada por los gobiernos estatales, ha hecho que proliferen infinidad de escuelas particulares en los niveles de bachillerato y superior".
"No estoy contra las escuelas privadas, pero ¿quién vigila la calidad? Hay instituciones particulares de reconocido prestigio, pero también han proliferado aquellas en las que no se garantiza la calidad de lo que se imparte".
"El Ejecutivo no las supervisa ni las regula, es decir, no ejerce sus responsabilidades".
"El gobierno tiene la responsabilidad de regular a esas instituciones, pero los funcionarios que deben hacerlo se hacen de la vista gorda y actúan con ligereza en vez de supervisar que la educación se imparta con calidad".
En las "patito", añade Espadas Sosa, hay profesores sin suficiente preparación que lo mismo pueden dar clases de inglés que de historia, no se actualizan y reciben salarios "de hambre".
Además, esos centros escolares tienen infraestructura insuficiente e improvisada y equipamiento inadecuado.
"Las escuelas 'patito' son un auténtico fraude para llenar los bolsillos de vivales y mercantilistas de la educación".
"El Estado debe vigilar a esas escuelas y no autorizar por autorizar su operación porque sean del amigo o del compadre de algún funcionario público".
"La realidad es que hay un tráfico de influencias para apoyar a los amigos del partido y no se hace una valoración previa de las condiciones en que debe operar una escuela para brindar servicios de calidad".
"Esto afecta el nivel académico de los jóvenes, que al no salir bien preparados se aporrean en el sector laboral", concluye Espadas Sosa.