Un "rescate" invisible en el centro histórico

05 enero 2012
Noticias de Yucatán

 (despilfarro, centro histórico, manipulación, mentiras, obra innecesaria)


"Batallones" de empleados luchan contra polvo y caos 
Publicada:  5 enero 2012

Aceras bloqueadas y olor a ácido "disfrutó" el turismo en el Centro  Ver fotos(7)
  ¿Qué le ves de diferente a la Plaza Grande? Esta es una pregunta que más de un meridano se hizo ayer al pasar por ese lugar y ver el resultado de mes y medio detrabajo y un gasto de $23 millones.

  Un cuestionamiento similar surgió alrededor de los parques Hidalgo y de la Madre, donde, junto con dos calles nuevas, se invirtieron, según las autoridades, $58 millones.

En el parque Hidalgo no se tocó un tramo del adoquín francés de su piso, este sigue igual, ni siquiera se levantaron las piezas para limpiarlas y reacomodarlas. El resto de la superficie está cubierta ahora por cemento y adocreto.

El monumento al Gral. Cepeda Peraza perdió su mármol, se ignora el destino que tuvo.

  El parque de la Madre tiene piso nuevo, 14 bancas, tres postes de alumbrado, seis botes de basura y varias tomas de electricidad. Todo se pintó, el jardín tiene destrozos.

El Callejón del Congreso no estaba terminado. Y en el tramo de la calle 57 que va de la 58 a la 60, aún no se retiraban los postes, transformadores y líneas de electricidad.

En un intento por terminar el "rescate" antes de esta noche, el gobierno estatal y el Ayuntamiento cerraron varios accesos y enviaron batallones de obreros a esos sitios. El ambiente se llenó con el ruido de cortadoras, martillos, chorros de agua a presión y silbatazos de policías que apuraban a filas de automóviles varados en la zona.

La Plaza Grande y sus calles aledañas semejaban la cubierta de un barco en naufragio. Trabajadores, turistas y otros peatones se confundían en un panorama de andamios, peones, equipos, materiales, barreras, basura y escombro.

Unos obreros sembraban 1,500 plantas, otros instalaban lámparas y otros más terminaban redes eléctricas, serruchaban bancas o bien las instalaban o pintaban. Aquí se rompían aceras para volverlas a construir, allá se abrían canales para poner tuberías y lámparas, y más allá se lavaban calles o se transportaba material en carretillas.

En los arriates se acumulaba la basura, muchas plantas blanqueaban por el polvo. Una sección de los jardines funcionaba como taller de herrería, y otra estaba cubierta con basura, bolsas de materiales, cajas, restos de instalaciones e implementos.

El piso de la plaza estaba sucio, su nueva textura contribuye a que se vea mal. Se observó a turistas extranjeros sentados en bancas fuera de su sitio, y a otros más desorientados en esa agitación.

Uno de los aseadores de calzado dijo que en la noche, con la nueva iluminación, se ocultan parte de las carencias de esa obra.

  En el Pasaje de la Revolución se observó que después de siete meses de trabajo está casi listo su techo de cristal y nuevo piso. Se le instalaron tres pantallas gigantes para una transmisión especial durante su apertura.



Caótico escenario previo al festejo
El Centro Histórico, aún sin terminar en el 470 aniversario 
Publicada:  5 enero 2012

El Ayuntamiento entregó las obras en el Parque de la Paz, a pesar de que se trabaja en el lugar para subsanar deficiencias. La historia en el "rescate" del Centro Histórico parece similar  Ver fotos(1)
  A dos días del aniversario de Mérida su Centro Histórico mostraba un rostro que combinaba las imágenes de una bodega y una ciudad en reconstrucción después de un bombardeo: trabajadores, equipos y materiales formaban un caos de premura para terminar el "rescate" antes de la serenata de esta noche que abrirá los festejos por la efeméride.

  El frenesí cubría toda la Plaza Grande, sus edificios vecinos y sus calles parcialmente cerradas al tránsito, y se extendía al Pasaje de la Revolución y los parques Hidalgo y De la Madre.

  En esa zona, que ayer olía a barniz y ácido muriático, se derramaron parte de los $170 millones que, según el gobierno estatal, se invertirá en esa parte de la capital.

Tan solo en la Plaza Grande ya se fueron $23 millones, el equivalente a gastar casi $2 millones al mes en ese lugar.

Unas secciones de esa plaza lucían limpias pero en otras los meridanos y turistas resbalaban en el lodo, respiraban polvo y sorteaban escombro y otros obstáculos. Varios obreros repintaron bancas que se desmancharon cuando la gente se sentó en ellas con el esmalte estaba fresco.

  Otros trabajadores retiraban cemento colocado hace unos días para volver a poner el mismo material, pero esta vez con un colorante. La acera del Palacio Municipal es uno de los sitios donde se duplicaron esos trabajos.

En toda la zona había pendientes en electricidad, pintura, albañilería, pulido, instalación e iluminación. Faltaba colocar bancas, basureros, tomas de corriente, postes, lámparas, plantas y césped.

Algunos jardines parecían bodegas, albergaban cajas, herramientas, cables, metales, equipos y cemento. Todo lo anterior debe corregirse en unas horas
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