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Cuentan cómo vivieron el asalto los langosteros
Martes, 14 de julio de 2015 - Edición impresa
PROGRESO.— Horas de terror vivieron los 30 tripulantes de los pesqueros “Luis René” y “Propemex 41”, que fueron sometidos por siete encapuchados empistolados, de los cuales dos llevaban chalecos antibalas con el nombre de policía estatal, quienes con insultos, amenazas, disparos y amagando a los pescadores les robaron dos toneladas de langosta.
Los pistoleros llegaron a Alacranes en tres lanchas rápidas tipo Imensa, de 26 pies de eslora, con motores de 75 caballos de fuerza.
Luego de cometer los atracos, que comenzaron a las 8:45 de la noche y terminaron minutos antes de la medianoche del sábado, enfilaron a las costas progreseñas.
Se presume que arribaron a Yucalpetén o algún punto de la costa, entre las 4 y 5 de la mañana; tuvieron tiempo para descargar el producto y congelarlo, pues debido a que los dos barcos quedaron incomunicados, pues se llevaron los radios, fue hasta las 7 de la mañana del domingo cuando desde la base del guardafaro de isla Pérez que se reportó a la Capitanía que fueron asaltados.
Francisco Javier Pech y Santos Eustaquio Ortega Kantún, patrones de los pesqueros “Propemex 41” y “Luis René”, barcos langosteros propiedad de la cooperativa Sisal y del empresario Luis Alonzo Morales, explicaron, cada uno por separado, que cuando los asaltantes abordaron los barcos, dijeron que se trataba de una inspección de rutina.
“Inspección de rutina, donde está el caracol que tienen escondido entre la langosta ” exclamaron los dos pistoleros que portaban chalecos que llevan el nombre de “policía estatal”, al mismo tiempo que encañonaban a los pescadores, según narraron los dos patrones de barcos.
A algunos pescadores los agarraron dormidos, otros estaban en la cubierta ya listos para dormir.
El primer barco en ser asaltado fue el “Propemex 41”. Los langosteros, que estiman que eran como las 8:45 de la noche, asustados salieron a la cubierta y los obligaron a hincarse, los encañonaron y en ese momento se escucharon tres disparos para intimidarlos.
Les amarraron las manos detrás de la espalda y preguntaron por el que se encarga de atender la nevera, así que Mauro Cajún se metió a la nevera para sacar la langosta y fue entregando las bolsas a los asaltantes que después lo depositaban en las lanchas. Al nevador lo mantuvieron encañonado.
—Fueron dos horas de una película de terror, tuvimos mucho miedo de que en cualquier momento nos asesinen a sangre fría, sobre todo cuando nos hincaron en la cubierta pero, aunque nos trataron con insultos, no nos hicieron daño —explicó Francisco Pech.— G.T.V.
Los asaltantes le decían comandante a uno chaparrito y gordito que llevaba chaleco, y al otro, alto y flaco, le llamaban teniente. Los otros portaban playeras, pantalones de mezclilla, tenis y chanclas.
—Tenemos hambre dónde está el p… cocinero, que prepare la cena —dijo el comandante. Así que Manuel Mijangos, les ofreció tikin xic que había quedado del almuerzo y lo comieron.
En el Propemex 41 viajaron 14 pescadores, a todos los metieron en el tambuche (bodega) que esta en la proa, uno de los pescadores logró desatarse y enseguida liberó a sus compañeros, pero por miedo no se asomaron a la cubierta, ignoraban que los asaltantes estaban a bordo del “Luis René” que estaba fondeado a 100 metros de ellos, donde ya habían sometido a los 16 tripulantes y los tenían amarrados e hincados, a quienes también los amenazaron de muerte e hicieron un disparo para amedrentarlos.
—Si colaboran no les pasa nada —les dijeron a los 16 pescadores del “Luis Ren”, a quienes también los sometieron a punta de pistola, los amarraron y metieron en el tambuche, luego que sacaron los mil kilos de langosta.
Los asaltantes, que se llevaron también celulares de los pescadores, preguntaron el nombre del dueño del barco “Luis Rene”.
Cuando los pescadores se liberaron y lograron activar la máquina oprimieron el chip satelital, pero, aunque la Conapesca captó la señal, resulta que el destacamento naval en Alacranes no actuó y cuando los pescadores llegaron a isla Pérez y hablaron con los navales, éstos dijeron que sí recibieron la señal, pero esperaban la comunicación radial para actuar.
Los pescadores pidieron ayuda para rescatar las lanchas que los bandidos lanzaron al mar, en respuesta los navales que están para salvaguardar la vida humana y no rescatar embarcaciones.
—No recibimos ayuda de la Armada de México, a pesar de que estaban a cinco minutos de donde ocurrió el asalto —dijeron los patrones los dos barcos.
