3 posturas para aquietar la ansiedad

27 febrero 2016
En los momento de tensión, la respiración se acelera, se entrecorta y sube a la zona alta del pecho. La práctica regular de yoga enseña a tomar conciencia de la respiración abdominal (baja, por la nariz, utilizando toda la capacidad pulmonar) y ayuda a hacer de ésta la manera natural e inconsciente de respirar, permitiendo autoconocimiento y regulación del ritmo de la respiración, en función de las necesidades del momento.
  1. Postura de la montaña:
    • Parados, con los pies separados como el ancho de caderas y los brazos sueltos a los costados del cuerpo, percibimos cómo tenemos el cuerpo y la respiración.
    • Inhalamos y, al exhalar, el mentón se apoya en el pecho, y el tronco desciende vértebra por vértebra hasta llegar al suelo.
    • Flexionamos las rodillas y llevamos los glúteos hacia los talones. Exhalando, doblamos el tronco hacia adelante, intentando apoyar la frente en el suelo.
    • Dejamos los brazos extendidos por delante con las palmas apoyadas, y luego los llevamos a los costados del cuerpo con las palmas hacia arriba (postura del niño). Realizamos cinco respiraciones profundas en cada posición.
Beneficios: flexibiliza la columna. No indicado en caso de lesión en los meniscos.
  1. Postura de meditación Sukhasana:
  • Sentados en el suelo con la espalda recta y las piernas separadas en una “V”, doblamos la pierna derecha y colocamos el pie derecho debajo del muslo izquierdo. Realizamos lo mismo con la otra pierna.
  • Colocamos las manos sobre las rodillas en gesto de conciencia (la uña del dedo índice en medio del pulgar, los tres dedos restantes extendidos y las palmas hacia arriba) o de conocimiento (igual pero con las palmas hacia abajo).
  • Utilizamos la respiración profunda para aquietar los pensamientos.
  • Mantenemos la cabeza en equilibrio sobre el eje de la columna. Los ojos pueden estar suavemente cerrados.
  • Observamos la respiración de forma natural en el área del abdomen.
Beneficios: tranquiliza la mente y genera un estado de interiorización.
Relajación final – Savasana
  • Acostados boca arriba en el suelo, con las piernas estiradas, mantenemos los brazos extendidos al costado del cuerpo con las palmas de las manos hacia arriba.
  • Tratamos que la mayor superficie del cuerpo esté en contacto con el suelo y no haya articulaciones flexionadas.
  • Mentalmente recorremos el cuerpo relajándolo. Comenzamos por los pies y terminamos por la cabeza.
Beneficios: relaja física y mentalmente, y retroalimenta la energía. En el proceso de ansiedad se puede utilizar la respiración consciente como herramienta para pacificarse y serenar los latidos del corazón, del sistema nervioso y de la mente.
Las infusiones que curan
Para prevenir cálculos biliares
Té de diente de león
Ingredientes:
  • 20 g de raíz de diente de león.
  • 1 taza de agua.
Preparación:
Verter el agua hirviendo sobre la raíz de diente de león. Dejar reposar 5 minutos y beber tres tazas durante seis u ocho semanas.
Para el síndrome premenstrual
Té de caulofilo
Ingredientes:
  • 30 g de caulofilo.
  • 20 g de matricaria.
  • 10 g de agripalma.
  • 10 g de valeriana.
  • 1 taza de agua.
Preparación
Unir los ingredientes y añadir una cucharadita de la mezcla a una taza de agua hirviendo. Dejar reposar y beber durante las dos semanas previas al periodo menstrual.
Para fortalecer el corazón
Té de espino blanco
Ingredientes:
  • 1 cda. de flores y hojas de espino blanco.
  • 1taza de agua.
Preparación
Incorporar el espino blanco a una taza de agua hirviendo. Tomar dos o tres tazas diarias, al menos por seis semanas.
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