Ismael Chan Caamal lleva más de 20 años dedicándose a la venta de tamales en el barrio de Santa Ana. Aunque vive originalmente en San Sebastián, comenta que ya se siente parte de Santa Ana.
Chan Caamal platica con el reportero que ese negocio, el cual lleva por nombre “Tamales Santa Ana”, lo inició originalmente su madre hace ya 28 años, pero ahora él continuó la tradición.
A pesar de que es licenciado en Mercadotecnia, decidió dedicarse de lleno a la venta de tamales, tal como lo hizo su madre, y así continuar con su legado.
Durante 19 años estuvieron vendiendo en la puerta de la panadería “Pan Perlita”, sobre la calle 60 entre 45 y 47. Sin embargo, al ir creciendo el número de sus clientes, tuvieron que cambiarse a un local cercano, pero en el mismo barrio.
Ahora su madre sólo se dedica a cocinar los tamales y él es quien los vende.
Además de comercializar los tamales en su local, también los distribuyen a algunas loncherías y preparan para las fiestas.
De acuerdo con el vendedor, al inicio había una gran demanda, muchas personas acudían a comprar con ellos, porque eran de los pocos que vendían en dicho lugar. Sin embargo, con el paso del tiempo la competencia ha aumentado y la ciudad ha crecido, por lo que la gente ya no tiene que venir hasta aquí para comprar unos ricos tamales.
Con el paso del tiempo él y su negocio ya se han vuelto parte del barrio, la gente ya los ubica. “Los clientes ya saben quién soy, ya me ubican y saben dónde pueden comprar ricos tamales”, destacó el comerciante.
“Es algo que me gusta hacer, ya es toda una tradición, y pienso seguir haciéndolo, me agrada el contacto con la gente que aún sigue disfrutando de la comida típica en familia”, enfatizó.
“Mi mamá ya no viene al puesto, pero sigue elaborando los tamales y les da un toque especial que los hace diferentes; por eso, luego de 28 años seguimos en la preferencia de los paladares del rumbo, incluso de otras partes”, apuntó.
“Tamales Santa Ana ya es un lugar emblemático de este barrio, ya 28 años no están a la vuelta; de hecho, pertenezco más a Santa Ana que a San Sebastián, lugar donde vivo”, comentó.
Por otra parte, comentó que por el Día de La Candelaria es cuando más aumenta la venta de tamales. Pero señala que también aumentan los insumos. “Hay que tratar bien a los clientes, darles un servicio bueno y, claro, tamales de calidad para que regresen”, dijo.
“Tienes que hacer las cosas que te gustan y debes hacerlas con el corazón y con pasión para que salgan bien; a mí me gusta mi trabajo y así seguiré hasta que ya nadie quiera comer tamales”, concluyó.— Abraham Bote Tun
De un vistazo
Tradición familiar
El negocio de Ismael Chan Caamal se llama “Tamales Santa Ana” y originalmente lo inició su madre hace 28 años.
A un lado la profesión
Chan Caamal es licenciado en Mercadotecnia, pero decidió dedicarse a la venta de tamales, para continuar el legado de su madre.
Más opciones
Ahora su madre sólo se dedica a cocinar los tamales y es él quien los vende. Además de comercializarlos en su local, también los distribuye a algunas loncherías y prepara para las fiestas. De acuerdo con Ismael, hoy la competencia ha aumentado, por lo que la gente tiene opciones para comprar.
Chan Caamal platica con el reportero que ese negocio, el cual lleva por nombre “Tamales Santa Ana”, lo inició originalmente su madre hace ya 28 años, pero ahora él continuó la tradición.
A pesar de que es licenciado en Mercadotecnia, decidió dedicarse de lleno a la venta de tamales, tal como lo hizo su madre, y así continuar con su legado.
Durante 19 años estuvieron vendiendo en la puerta de la panadería “Pan Perlita”, sobre la calle 60 entre 45 y 47. Sin embargo, al ir creciendo el número de sus clientes, tuvieron que cambiarse a un local cercano, pero en el mismo barrio.
Ahora su madre sólo se dedica a cocinar los tamales y él es quien los vende.
Además de comercializar los tamales en su local, también los distribuyen a algunas loncherías y preparan para las fiestas.
De acuerdo con el vendedor, al inicio había una gran demanda, muchas personas acudían a comprar con ellos, porque eran de los pocos que vendían en dicho lugar. Sin embargo, con el paso del tiempo la competencia ha aumentado y la ciudad ha crecido, por lo que la gente ya no tiene que venir hasta aquí para comprar unos ricos tamales.
Con el paso del tiempo él y su negocio ya se han vuelto parte del barrio, la gente ya los ubica. “Los clientes ya saben quién soy, ya me ubican y saben dónde pueden comprar ricos tamales”, destacó el comerciante.
“Es algo que me gusta hacer, ya es toda una tradición, y pienso seguir haciéndolo, me agrada el contacto con la gente que aún sigue disfrutando de la comida típica en familia”, enfatizó.
“Mi mamá ya no viene al puesto, pero sigue elaborando los tamales y les da un toque especial que los hace diferentes; por eso, luego de 28 años seguimos en la preferencia de los paladares del rumbo, incluso de otras partes”, apuntó.
“Tamales Santa Ana ya es un lugar emblemático de este barrio, ya 28 años no están a la vuelta; de hecho, pertenezco más a Santa Ana que a San Sebastián, lugar donde vivo”, comentó.
Por otra parte, comentó que por el Día de La Candelaria es cuando más aumenta la venta de tamales. Pero señala que también aumentan los insumos. “Hay que tratar bien a los clientes, darles un servicio bueno y, claro, tamales de calidad para que regresen”, dijo.
“Tienes que hacer las cosas que te gustan y debes hacerlas con el corazón y con pasión para que salgan bien; a mí me gusta mi trabajo y así seguiré hasta que ya nadie quiera comer tamales”, concluyó.— Abraham Bote Tun
De un vistazo
Tradición familiar
El negocio de Ismael Chan Caamal se llama “Tamales Santa Ana” y originalmente lo inició su madre hace 28 años.
A un lado la profesión
Chan Caamal es licenciado en Mercadotecnia, pero decidió dedicarse a la venta de tamales, para continuar el legado de su madre.
Más opciones
Ahora su madre sólo se dedica a cocinar los tamales y es él quien los vende. Además de comercializarlos en su local, también los distribuye a algunas loncherías y prepara para las fiestas. De acuerdo con Ismael, hoy la competencia ha aumentado, por lo que la gente tiene opciones para comprar.