Un concurrido Viernes Santo se vivió en los puertos del municipio, que recibieron a aproximadamente 100,000 paseantes, que llegaron durante todo el día e invadieron las playas, restaurantes, pescaderías y expendios de cervezas.
Los vasos de micheladas y las caguamas de cerveza fueron los productos de mayor demanda a lo largo y ancho del malecón, donde hasta las 4 de la tarde los prestadores de servicios calculaban que llegaron a esa zona turística 60,000 visitantes.
Los vasos de michelada se vendieron a $20 sólo el preparado y con la cerveza a $40. Muchos paseantes compraron el producto preparado con tamarindo, mango, clamato, chile y chamoy; después adquirieron las cervezas y lo combinaron.
El Viernes Santo, en opinión de los prestadores de servicios, como meseros, restauranteros, vendedores ambulantes, artesanos y policías estatales y municipales, ha sido el mejor día de las vacaciones de Semana Santa, jornada que se espera se repita mañana domingo.
Las 2,000 mesas que se colocaron en las palapas —distribuidas a lo largo del kilómetro del malecón y en los restaurantes— fueron ocupadas en su totalidad; a las 2:30 de la tarde no había cupo para los comensales, tampoco espacio en los estacionamientos de los restaurantes ni en las calles aledañas al malecón.
Hubo paseantes que proponían pagar hasta 100 pesos para que les dieran un espacio en los estacionamientos de los restaurantes, pero ni así lo consiguieron, se vieron obligados a dejar a sus familiares en la playa y buscar estacionamientos a dos esquinas del malecón.
—El servicio de comida puede demorar de 30 minutos a una hora porque hay muchos pedidos —explicaban los meseros a los visitantes que ocupaban mesas en los restaurantes y en las palapas de playa.
—Las ventas de pescado y mariscos aumentaron cinco veces, todos quieren comer pescado por ser Viernes Santo —dijo un mesero que llevaba órdenes de comida.
No hay lugar
En un tramo de 500 metros de la playa del malecón hubo momentos, a partir de las 2 de la tarde, en que no había lugar para más visitantes, pues los que llegaron temprano instalaron sombrillas, otros colocaron sus neveras y muchos se sentaron en la arena para pasar el día y bañarse en el mar.
La mayoría de los paseantes se divirtió en la playa y llevaba vasos de micheladas y cervezas.
Policías estatales y municipales recorrieron la avenida del malecón y en la playa la Armada de México estuvo atenta con su Operación Salvavidas. No se reportaron incidentes en alta mar y tampoco en las carreteras.
Los vasos de micheladas y las caguamas de cerveza fueron los productos de mayor demanda a lo largo y ancho del malecón, donde hasta las 4 de la tarde los prestadores de servicios calculaban que llegaron a esa zona turística 60,000 visitantes.
Los vasos de michelada se vendieron a $20 sólo el preparado y con la cerveza a $40. Muchos paseantes compraron el producto preparado con tamarindo, mango, clamato, chile y chamoy; después adquirieron las cervezas y lo combinaron.
El Viernes Santo, en opinión de los prestadores de servicios, como meseros, restauranteros, vendedores ambulantes, artesanos y policías estatales y municipales, ha sido el mejor día de las vacaciones de Semana Santa, jornada que se espera se repita mañana domingo.
Las 2,000 mesas que se colocaron en las palapas —distribuidas a lo largo del kilómetro del malecón y en los restaurantes— fueron ocupadas en su totalidad; a las 2:30 de la tarde no había cupo para los comensales, tampoco espacio en los estacionamientos de los restaurantes ni en las calles aledañas al malecón.
Hubo paseantes que proponían pagar hasta 100 pesos para que les dieran un espacio en los estacionamientos de los restaurantes, pero ni así lo consiguieron, se vieron obligados a dejar a sus familiares en la playa y buscar estacionamientos a dos esquinas del malecón.
—El servicio de comida puede demorar de 30 minutos a una hora porque hay muchos pedidos —explicaban los meseros a los visitantes que ocupaban mesas en los restaurantes y en las palapas de playa.
—Las ventas de pescado y mariscos aumentaron cinco veces, todos quieren comer pescado por ser Viernes Santo —dijo un mesero que llevaba órdenes de comida.
No hay lugar
En un tramo de 500 metros de la playa del malecón hubo momentos, a partir de las 2 de la tarde, en que no había lugar para más visitantes, pues los que llegaron temprano instalaron sombrillas, otros colocaron sus neveras y muchos se sentaron en la arena para pasar el día y bañarse en el mar.
La mayoría de los paseantes se divirtió en la playa y llevaba vasos de micheladas y cervezas.
Policías estatales y municipales recorrieron la avenida del malecón y en la playa la Armada de México estuvo atenta con su Operación Salvavidas. No se reportaron incidentes en alta mar y tampoco en las carreteras.