Los furiosos colonos se reunieron en el Parque del Maestro de dicha unidad habitacional, ubicado al norte de Mérida, en donde exigieron a las autoridades que detengan al supuesto ladrón y a sus cómplices.
Una de las afectadas, de nombre Mónica Castillo, relató que hace unas semanas “Pinocho” ingresó a su vivienda y se robó diversos artículos, como la computadora de su hijo, “y tuvo el descaro de salir de la casa por la puerta principal y hasta de encender las luces”.
Las cámaras de vigilancia que tiene su vecina lograron captar a esa persona junto con sus cómplices luego de cometer el atraco, por lo que exhibió fotografías en donde se observa el momento en que salió del predio.
“Esa primera vez que entró a mi casa yo estaba en mi habitación durmiendo con mi hijo. Cuando me di cuenta que algo extraño pasaba no supe qué hacer, no sabía si seguía adentro o si ya se había ido”, relató doña Mónica, al recordar con impotencia esos minutos de terror.
El tal “Pinocho” ha entrado a robar en por lo menos 20 viviendas de Cordemex, y según señalaron los inconformes, se la pasa amenazando e insultando a los vecinos e incluso ha utilizado pintura para escribirles ofensas en sus propios muros.
Los colonos lamentaron que ese sujeto ha salido libre de la cárcel a los pocos días de ser detenido, por lo que criticaron el actuar del personal del Ministerio Público de la Agencia 35 que se encuentra en esa colonia.
La protesta se “calentó”, al grado que los vecinos decidieron ir hasta la vivienda de “Pinocho”, ubicado en la calle 33 por 44, para gritarle que salga, en un intento de hacer justicia por su propia mano.
La gente empezó a gritar y reclamar por los robos en la puerta de su casa, pero dicho sujeto no salió. Mientras sus perros ladraban a los furiosos vecinos, alguien al interior del domicilio empezó a tomar fotografías.
Algunos vecinos que estaban alterados incluso tiraron piedras a la fachada y a las ventanas de la casa, pero el tal “Pinocho” se escondió.
Luego de varios minutos de gritar “fuera” y “justicia”, los colonos se dispersaron, no sin antes hacer un llamado a las autoridades de seguridad para
que tomen cartas en el asunto, y detengan a esa persona.
