Noticias de Yucatán
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El Juzgado Primero Penal sentenció a 24 años y seis meses de cárcel al electricista Daniel Arias Vicente, quien ultrajaba a su hija desde que tenía 5 años de edad.
También se le impuso el pago de 500 salarios en concepto de multa, equivalentes a 29,540 pesos, sustituibles por 250 jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad.
Igualmente lo condenó al pago de 20 mil pesos en concepto de reparación del daño moral ocasionado.
Dicha sanción empezará a contar a partir del 14 de agosto de 2014, fecha en la que fue privado de su libertad.
Pese a que era abusada desde los 5 años, la menor decidió romper el silencio cuando cumplió los 12 años, gracias a que vio un programa de televisión que trataba el abuso sexual infantil.
La juez Rubí González Alpuche lo condenó por violación equiparada y corrupción de menores, en agravio de D.E.A.P., que denunciara la señora C.L.P.U.
La menor también fue víctima de abusos y ataques sexuales por parte de la pareja sentimental de la tía de su madre, de nombre Genaro Ek Poot (a) “Gustavo”, quien fue sentenciado en ausencia a tres años de cárcel, pero pagó una fianza y no compurgó la pena.
Según el expediente, el 23 de mayo de 2012, la niña veía televisión con su madre y transmitieron un programa en el que se trataba el tema del abuso sexual en contra de los niños y decidió romper el silencio.
Entonces, le contó a su madre que desde que tenía 5 años, su papá la manoseaba y que cuando cursaba el segundo grado de primaria la violó.
Desde esa fecha, continuó atacándola sexualmente y cada vez que lo hacía le daba de 10 a 20 pesos, indicándole que su mamá no le haría caso si contaba algo.
La menor guardó silencio por todo ese tiempo, hasta que vio el programa y recordó que hacía poco su progenitor aprovechó que su mamá se fue a trabajar y la violó, y que siempre que lo hacía mandaba a sus hermanitos a la calle a comprar.
También confesó que “Gustavo”, a los 7 años, la violó cuando acudió a su casa en Yaxkukul.
El electricista dijo que su mujer inventó todo porque quería quedarse con un terreno que él tiene en Yaxkukul.
El Juzgado Primero Penal sentenció a 24 años y seis meses de cárcel al electricista Daniel Arias Vicente, quien ultrajaba a su hija desde que tenía 5 años de edad.
También se le impuso el pago de 500 salarios en concepto de multa, equivalentes a 29,540 pesos, sustituibles por 250 jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad.
Igualmente lo condenó al pago de 20 mil pesos en concepto de reparación del daño moral ocasionado.
Dicha sanción empezará a contar a partir del 14 de agosto de 2014, fecha en la que fue privado de su libertad.
Pese a que era abusada desde los 5 años, la menor decidió romper el silencio cuando cumplió los 12 años, gracias a que vio un programa de televisión que trataba el abuso sexual infantil.
La juez Rubí González Alpuche lo condenó por violación equiparada y corrupción de menores, en agravio de D.E.A.P., que denunciara la señora C.L.P.U.
La menor también fue víctima de abusos y ataques sexuales por parte de la pareja sentimental de la tía de su madre, de nombre Genaro Ek Poot (a) “Gustavo”, quien fue sentenciado en ausencia a tres años de cárcel, pero pagó una fianza y no compurgó la pena.
Según el expediente, el 23 de mayo de 2012, la niña veía televisión con su madre y transmitieron un programa en el que se trataba el tema del abuso sexual en contra de los niños y decidió romper el silencio.
Entonces, le contó a su madre que desde que tenía 5 años, su papá la manoseaba y que cuando cursaba el segundo grado de primaria la violó.
Desde esa fecha, continuó atacándola sexualmente y cada vez que lo hacía le daba de 10 a 20 pesos, indicándole que su mamá no le haría caso si contaba algo.
La menor guardó silencio por todo ese tiempo, hasta que vio el programa y recordó que hacía poco su progenitor aprovechó que su mamá se fue a trabajar y la violó, y que siempre que lo hacía mandaba a sus hermanitos a la calle a comprar.
También confesó que “Gustavo”, a los 7 años, la violó cuando acudió a su casa en Yaxkukul.
El electricista dijo que su mujer inventó todo porque quería quedarse con un terreno que él tiene en Yaxkukul.
