Pobladores de Hunucmá casi obligaron al alcalde panista José Alberto Padrón Romero a firmar un documento para que en dos semanas resuelva la inseguridad que se vive en esa ciudad, desde hace varios meses.
También le exigieron que prescinda de los servicios, de cuando menos tres “asesores” que tiene a su servicio, pues ganan cuantiosos sueldos, que, según los quejosos, “no sirven para nada”.
Asimismo, deberá bajar el sueldo de $30 mil mensuales que devenga cada uno de los 11 regidores, el tesorero municipal y un par de asesores que trabajan en la comuna pero viven en Umán y Mérida.
Se espera que con ese dinero que se ahorre se podría otorgar un salario digno a los agentes policiacos, ya que sólo ganan $2,100 a la quincena.
También se podría adquirir mejor equipo como chalecos, impermeables, radios, uniformes, botas, linternas y gasolina, para las unidades que realizarán los rondines de vigilancia.
Hoy día, la corporación cuenta sólo con dos patrullas y dos motocicletas, a los que abastecen con $300 de gasolina cada una, para sus jornadas de 24 horas. Esta situación ha repercutido en la poca vigilancia y a vez, desencadenado actos ilícitos.
La gente se reunió en el local conocido como El Zaguán, convocada por la Profa. Beatriz Castilla Puerto, pero la situación se salió de control luego que la gente impidió la salida de tres funcionarios de la Comuna blanquiazul, invitados por la mentora para presidir la junta, organizada para buscar acuerdos contra la inseguridad.
A esa reunión asistieron, a pesar de la lluvia, numerosas personas, así como Edwin Pacheco López, asesor del gobierno municipal, Gonzalo Vera Sosa, director de la Policía Municipal, el comandante Gregorio Rolando Koyoc y la regidora de Seguridad Pública, Alma Chuc May, a quienes la multitud impidió salir al terminar la reunión, hasta que llegara el edil Padrón Romero.
En ese momento la situación se salió de control, por lo que la Profa. Castilla Puerto optó por pedir a la gente que saliera de su domicilio para poder cerrar el portón, informando que mejor acudieran al palacio para entrevistarse con el edil panista.
Los inconformes llegaron a la sede del Ayuntamiento, ubicado a media cuadra de El Zaguán, para exigir que fueran atendidos. En un principio, como siempre, se les exhortó a formar una comisión para dialogar en privado con él.
Su petición fue rechazada y entonces se acordó pasar a los corredores del Palacio, donde una “porra”, integrada con empleados de la Comuna, aplaudía cada intervención de Padrón Romero, sobre todo cuando habló de sus tres logros en diez meses de gestión: la adquisición de un equipo de ultrasonido, pago de becas de $500 pesos mensuales a 200 jóvenes estudiantes y se refirió al asunto de los terrenos del puerto de Sisal, que calificó como caso resuelto, no obstante que aún está en conflicto.
“Ahora me traen un nuevo reto y este caso también lo voy a resolver satisfactoriamente”, dijo, aunque admitió que población flotante de más de 1,200 personas que han llegado de fuera para trabajar en la construcción de la nueva fábrica de cerveza, ha ocasionado una “explosión demográfica”, con sus consecuencias.
El alcalde culpó a su antecesor Delio Jaime Pérez Tzab, de haber “invadido” de agencias la ciudad, de entregar parque vehicular en mal estado a la Policía, dejarlos sin dinero y heredarles demasiados problemas. Pero en ningún momento precisó si estas situaciones han sido denunciadas ante instancias legales.
Antonio Chay Gil, Mario Arnaldo Esquivel Díaz, David Azael Romero Torres, Jesús Manzanero Poot, Carlos Vásquez Maldonado, Lizet Franco Soberanis, Ramón Reyna Chuc, Luciano Trujeque, Librada Novelo Ventura, Wendy Chuc Zapata, Ricardo Santos Maldonado, Imer Díaz Ceballos, Mario Arnaldo Esquivel Díaz y su hijo Mario, así como la Profa. Rita Chuc Medina, se quejaron de la inseguridad con el Munícipe, para pedir una solución inmediata al problema.
En El Zaguán la gente reclamó al jefe policíaco, Gonzalo Vera Sosa, resultados inmediatos, pues no están dispuestos a permitir que continúen los actos delictivos que mantienen en zozobra a las familias. También le reclamaron que pase la mayor parte de su tiempo en Ucú, de donde es originario, que en este municipio.
Casi a la medianoche, cuando el edil panista se comprometió a dar resultados satisfactorios de la petición de los vecinos, la gente se fue retirando a sus casas, mientras cuatro unidades de la Secretaría de Seguridad Pública, que llegaron al lugar, permanecían estacionadas a los costados poniente y norte de la plaza principal.
También le exigieron que prescinda de los servicios, de cuando menos tres “asesores” que tiene a su servicio, pues ganan cuantiosos sueldos, que, según los quejosos, “no sirven para nada”.
Asimismo, deberá bajar el sueldo de $30 mil mensuales que devenga cada uno de los 11 regidores, el tesorero municipal y un par de asesores que trabajan en la comuna pero viven en Umán y Mérida.
Se espera que con ese dinero que se ahorre se podría otorgar un salario digno a los agentes policiacos, ya que sólo ganan $2,100 a la quincena.
También se podría adquirir mejor equipo como chalecos, impermeables, radios, uniformes, botas, linternas y gasolina, para las unidades que realizarán los rondines de vigilancia.
Hoy día, la corporación cuenta sólo con dos patrullas y dos motocicletas, a los que abastecen con $300 de gasolina cada una, para sus jornadas de 24 horas. Esta situación ha repercutido en la poca vigilancia y a vez, desencadenado actos ilícitos.
La gente se reunió en el local conocido como El Zaguán, convocada por la Profa. Beatriz Castilla Puerto, pero la situación se salió de control luego que la gente impidió la salida de tres funcionarios de la Comuna blanquiazul, invitados por la mentora para presidir la junta, organizada para buscar acuerdos contra la inseguridad.
A esa reunión asistieron, a pesar de la lluvia, numerosas personas, así como Edwin Pacheco López, asesor del gobierno municipal, Gonzalo Vera Sosa, director de la Policía Municipal, el comandante Gregorio Rolando Koyoc y la regidora de Seguridad Pública, Alma Chuc May, a quienes la multitud impidió salir al terminar la reunión, hasta que llegara el edil Padrón Romero.
En ese momento la situación se salió de control, por lo que la Profa. Castilla Puerto optó por pedir a la gente que saliera de su domicilio para poder cerrar el portón, informando que mejor acudieran al palacio para entrevistarse con el edil panista.
Los inconformes llegaron a la sede del Ayuntamiento, ubicado a media cuadra de El Zaguán, para exigir que fueran atendidos. En un principio, como siempre, se les exhortó a formar una comisión para dialogar en privado con él.
Su petición fue rechazada y entonces se acordó pasar a los corredores del Palacio, donde una “porra”, integrada con empleados de la Comuna, aplaudía cada intervención de Padrón Romero, sobre todo cuando habló de sus tres logros en diez meses de gestión: la adquisición de un equipo de ultrasonido, pago de becas de $500 pesos mensuales a 200 jóvenes estudiantes y se refirió al asunto de los terrenos del puerto de Sisal, que calificó como caso resuelto, no obstante que aún está en conflicto.
“Ahora me traen un nuevo reto y este caso también lo voy a resolver satisfactoriamente”, dijo, aunque admitió que población flotante de más de 1,200 personas que han llegado de fuera para trabajar en la construcción de la nueva fábrica de cerveza, ha ocasionado una “explosión demográfica”, con sus consecuencias.
El alcalde culpó a su antecesor Delio Jaime Pérez Tzab, de haber “invadido” de agencias la ciudad, de entregar parque vehicular en mal estado a la Policía, dejarlos sin dinero y heredarles demasiados problemas. Pero en ningún momento precisó si estas situaciones han sido denunciadas ante instancias legales.
Antonio Chay Gil, Mario Arnaldo Esquivel Díaz, David Azael Romero Torres, Jesús Manzanero Poot, Carlos Vásquez Maldonado, Lizet Franco Soberanis, Ramón Reyna Chuc, Luciano Trujeque, Librada Novelo Ventura, Wendy Chuc Zapata, Ricardo Santos Maldonado, Imer Díaz Ceballos, Mario Arnaldo Esquivel Díaz y su hijo Mario, así como la Profa. Rita Chuc Medina, se quejaron de la inseguridad con el Munícipe, para pedir una solución inmediata al problema.
En El Zaguán la gente reclamó al jefe policíaco, Gonzalo Vera Sosa, resultados inmediatos, pues no están dispuestos a permitir que continúen los actos delictivos que mantienen en zozobra a las familias. También le reclamaron que pase la mayor parte de su tiempo en Ucú, de donde es originario, que en este municipio.
Casi a la medianoche, cuando el edil panista se comprometió a dar resultados satisfactorios de la petición de los vecinos, la gente se fue retirando a sus casas, mientras cuatro unidades de la Secretaría de Seguridad Pública, que llegaron al lugar, permanecían estacionadas a los costados poniente y norte de la plaza principal.