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La ciudad tiene siete puntos detectados de “tensión” que con el paso del tiempo van debilitando su estructura. La falta de la calidad del agua, de movilidad, salud, residuos sólidos, seguridad alimentaria, grupos vulnerables y coordinación institucional son los temas que las próximas administraciones tendrán que resolver de manera conjunta con las demás instancias de gobierno, academias y sociedad civil.
El coordinador del departamento de planeación e información del Instituto Municipal de Planeación del Ayuntamiento de Mérida, Said Chuc Yam, explicó que como parte de la agenda 2030 para el desarrollo sostenible, se trabajó en conjunto con la organización Internacional ONU- Hábitat y de ahí se obtuvieron “perfiles” de situaciones que afectan a la ciudad desde años atrás.
En cuanto al tema de la salubridad del agua, indicó que se cuenta con la disponibilidad del líquido pero no tiene la calidad adecuada, ya que se calcula que existen 133 cenotes, de los cuales 49 se encuentran dentro de la ciudad y los demás están dispersos en las comisarías, pero todos presentan algún grado de contaminación debido a la filtración de los contaminantes a través del suelo al no contar con un tratamiento adecuado.
“Otro tema respecto al medio ambiente es el tratamiento de residuos sólidos, los cuales los generamos y a la vez los ponemos en un sitio de disposición final, pero no se cuenta con un plan para recibirlos. Sabemos que en algún momento esto tendrá un tope por lo que se tienen que realizar proyectos sobre cómo utilizar la basura para generar dinero, acciones similares que se emprenden en países asiáticos”, dijo.
“Al tener este tipo de resultados tenemos que planear proyectos en conjunto desde el reciclaje, encontrar un valor, no crear un nuevo modelo de gestión de residuos sólidos, sino estrategias con que podamos solucionar estas problemáticas”, consideró.
Respecto a la movilidad urbana, explicó que el problema va más allá de los tiempos largos de traslado o que todos lleguen al centro, toda vez que la comunicación terrestre entre comisarías no existe.
A pesar de que esas comunidades están cercanas no hay una ruta que permita llegar a ellas sin pasar el centro, lo que impacta en el desarrollo del municipio.
“Para que Mérida pueda ser resiliente se debe atacar a través de cuatro líneas estratégicas que son la innovación, la adaptación, colaboración y la responsabilidad, por lo que los proyectos que se implementarían para una solución no se deberían de desarrollar de manera particular, sino en un conjunto; a la vez se busca que todos participen”, indicó. Sipse
