Un barco de guerra Holandés (s. XVIII), un vapor británico (s. XIX) y un faro (s. XIX-XX) son los grandes hallazgos que se han hecho en las profundidades del mar frente a las playas de Sisal, un apacible pueblo de pescadores en el estado de Yucatán.
En su época de mayor apogeo, Sisal era un puerto bullicioso de donde partían y a donde llegaban muchas embarcaciones, algunas nunca llegaron a su destino pues naufragaron en el camino, así es como surgieron los pecios más antiguos de esta área.
Los pecios y sus "tesoros"
Por la forma de los cañones encontrados, sugiera que se encontraban sobre una fragata de guerra holandesa que pesaba unas 300 toneladas, de hecho algunos de los cañones fueron arrojados al mar tratando de poner nuevamente a flota la embarcación. Recibe su nombre por encontrarse en el arrecife Madagascar.
Un poco más adelante a unos 19 metros de este primer hallazgo, se localizaron 8 cañones más, y ocho balas de cañón que han sido recubiertos ya por más de 15 centímetros de coral. De acuerdo con el Archivo General de Indias, existe un registro de dos embarcaciones holandesas que transportaban mercancía de contrabando.
Con respecto a este pecio la arqueóloga Helena Barba comentó:
“Un gran descubrimiento junto con restos de porcelana y cerámica de gres, fueron ocho cubiertos que recuperamos tras realizar un pozo para el estudio estratigráfico del fondo marino en el sitio del Vapor Adalio. Son importantes dado que en otros lugares hemos encontrado objetos como anclas y balas, propios de la navegación, o bienes de comercio y consumo, pero no utensilios como cucharas, tenedores y cuchillos que, en este caso, hablan de la vida cotidiana a bordo durante el siglo XIX”.
El tercer pecio corresponde a un faro edificado entre finales del siglo XIX e inicios del XX cuya misión era la de ser vigía de la zona, de él se sabe poco, solo que medía 8 metros de alto y 3.5 metros de ancho, y probablemente fue arrancado de sus cimientos por los fuertes vientos de una tormenta tropical.
Estos hallazgos ayudan a entender mejor el tráfico en esta parte de la Península de Yucatán en siglos anteriores, y además se convierten en refugio para especies marinas.