Noticias de Yucatán
La víctima subió a su cuenta de Twitter, según detalló el Daily Mail, las fotos de ella pesando apenas 16 kilos. Las imágenes son impactantes. Parece un esqueleto viviente.
En sus posts cuenta cómo su abuelo se negaba a alimentarla cuando era adolescente, hasta que tomó coraje, logró escapar y fue hospitalizada. Es que la tortura, además de física, era psicológica: la tenía cautiva con amenazas.
Las selfies muestran cómo sobresalen los huesos. Su rostro está deformado por la anorexia.
En su testimonio, la joven cuenta que el abuelo no solamente le prohibía alimentarse: cuando la sorprendía comiendo le propinaba una paliza y se ensañó particularmente con su estómago. Además, la obligaba a vomitar lo que había ingerido.
“Cuando llegué al hospital estaba a diez minutos de morir. Ahora estoy recuperada”, contó en uno de sus últimos tuits. Ya saludable, la joven recurrió a las redes sociales para contar su historia y concientizar a las jóvenes que sufren problemas alimentarios a que pidan ayuda “antes de que sea demasiado tarde”. (Infobae).
La víctima subió a su cuenta de Twitter, según detalló el Daily Mail, las fotos de ella pesando apenas 16 kilos. Las imágenes son impactantes. Parece un esqueleto viviente.
En sus posts cuenta cómo su abuelo se negaba a alimentarla cuando era adolescente, hasta que tomó coraje, logró escapar y fue hospitalizada. Es que la tortura, además de física, era psicológica: la tenía cautiva con amenazas.
Las selfies muestran cómo sobresalen los huesos. Su rostro está deformado por la anorexia.
En su testimonio, la joven cuenta que el abuelo no solamente le prohibía alimentarse: cuando la sorprendía comiendo le propinaba una paliza y se ensañó particularmente con su estómago. Además, la obligaba a vomitar lo que había ingerido.
