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Todo el que en Ciudad de México haya sentido el primero de los sismos del 19 de septiembre de 2017, apenas poco después de la una de la tarde, seguramente tiene problemas describiendo el terror que sintió. Pocas sensaciones se comparan con aquella, no solamente por la fuerza del sismo, sino porque a todos nos tomó de imprevisto.
Al tratarse de un sismo intraplaca, hubo poco tiempo de reacción para la alerta sísmica, que cuando comenzó a sonar, varios segundos tenía de haber comenzado. Cuando menos, en Ciudad de México contamos con los parlantes instalados en numerosos puntos de la ciudad, pero no puede decirse lo mismo de todas las ciudades y pueblos donde el sismo se dejo sentir.
Claro que para suplir la falta de parlantes hay aplicaciones de alerta, la más famosa, SkyAlert, que aunque en el sismo ocurrido en febrero alertó con mayor prontitud que el SASMEX, necesitan obviamente, de conexión a internet y el pago de una suscripción.
Pero no es su único problema. No pocos casos se reportaron en aquel entonces de usuarios que, pese a tener red y el dispositivo cerca, no escucharon ninguna alerta. En la mayoría de ellos la explicación es tan sencilla que es fácil pasarla por alto: muchos dispositivos activan un "modo nocturno" para evitar que suenen constantemente en la noche, lo que produce que algunas notificaciones no nos alerten.
¿Y si hubiera otra forma, más eficiente y rápida de comunicar la inminencia de un sismo? La tecnología ya existe, no es nueva, y su nombre es Cell Broadcast.
Básicamente ocupa la infraestructura de telecomunicaciones ya existente para mandar alertas directamente a los teléfonos de una área predeterminada. Lo único que se necesita para operar es un sistema GSM, a través de la cual pueden viajar hasta un total de 93 caracteres por mensaje.
Es simple como mandar un SMS, y tremendamente rápido. Dado que la estructura de los mensajes es básicamente la misma desde los estándares GSM (un mensaje equivale a 88 octetos, siendo un octeto igual a 8 Bits), puede utilizarse también bajo los estándares del 2G, 3G y LTE.
Entre sus ventajas principales está que las alertas no se ven afectadas por la congestión de redes, no dependen de conectividad a internet y al no requerir el número telefónico de los dispositivos que se encuentran en el área, preserva a los destinatarios como anónimos.
Además, los mensajes Cell Broadcast pueden ser programados para ser enviados cada cierto tiempo, lo que puede ser especialmente beneficioso para mantener informada a la población en caso de un desastre.
Fuente Xataka