¿Por qué los católicos desconfían de las celebraciones del mes del orgullo gay?

12 junio 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy
En el mes del llamado “orgullo gay” algunos críticos católicos han expresado desconfianza y preocupación por las celebraciones que alejan a las personas del plan de Dios para la humanidad.

“El mes del orgullo me llena de tristeza, los desfiles del orgullo gay son eventos que finalmente muestran cuánto ha olvidado el hombre a Dios y cuánto nos ama, como un Padre amoroso que nos creó a su imagen, únicamente como hombres y mujeres”, dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– Daniel Mattson, autor del libro “Why I Don't Call Myself Gay” (Por qué no me llamo gay: Cómo recuperé mi realidad sexual y encontré la paz).

“Los desfiles del Orgullo Gay son disfraces que oscurecen la dignidad del hombre, en lugar de honrarlo”, añadió.

Mattson expresó su gratitud por las palabras iniciales del Catecismo en la sección “La vida en Cristo”, un pasaje de un sermón de San León Magno que dice: “Cristiano, reconoce tu dignidad”.

También expresó su gratitud porque la Iglesia “marca el camino lejos del orgullo en lo que vienen a ser, en última instancia, identidades socialmente construidas, y hacia la verdad de nuestra naturaleza”.

Mattson sugirió que los manifestantes de los desfiles gay encontrarán la verdadera felicidad solo a través de “humildad ante Dios, su creador, reconociendo la dignidad inherente que les dio, como sus hijos e hijas, creados hombres y mujeres”.

Los desfiles de orgullo LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales) y otras celebraciones se llevan a cabo en junio para conmemorar los disturbios y protestas de junio de 1969 contra una redada policial en el bar Stonewall Inn en la ciudad de Nueva York.

Los eventos de este mes abarcan desde celebraciones discretas, marchas, importantes reuniones respaldadas por corporaciones y encuentros que incluyen desnudez pública e inmoralidad.

El 1 de junio, Mons. Thomas Tobin, Obispo de Providence en Estados Unidos, pidió a los católicos “ser muy cuidadosos” frente a la agenda moralmente ofensiva de los eventos del mes del “orgullo gay”, en junio.

A través de Twitter, Mons. Tobin advirtió que el “mes LGBTQ” “no es una celebración de respeto divertida y familiar”, porque “promueve un estilo de vida y una agenda que, en el extremo, es moralmente ofensiva”.

Mattson dijo estar agradecido por la “claridad y advertencia” del Obispo Tobin sobre asistir a los eventos.

“Rezo para que muchos presten atención a sus palabras”, dijo.

Los eventos del mes del orgullo gay también también generaron el pronunciamiento del P. James Martin SJ, sacerdote que aprueba las relaciones entre personas del mismo sexo y editor en jefe de la revista jesuita America Magazine.

En varias publicaciones de Twitter del 2 de junio, que parecían contrarrestar los comentarios del Mons. Tobin, el P. Martin dijo que “los católicos no deben desconfiar del mes del orgullo de junio”.

“Es una forma para que las personas LGBT se sientan orgullosas de ser hijos amados de Dios, tienen familias que los aman tal como son, y tienen derecho a ser tratados con ‘respeto, compasión y sensibilidad’ después de años de persecución”, expresó.

El P. Martin recibió un premio del grupo católico disidente New Ways Ministry y su discurso ante el grupo se convirtió en la base de su libro de “Building a Bridge” (Construyendo un puente). El libro recibió elogios del Cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio del Vaticano para Laicos, Familia y Vida, así como del Cardenal Joseph Tobin de Newark.

Sin embargo, el Cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, criticó el libro en un editorial de septiembre de 2017 en el Wall Street Journal, diciendo que el alcance católico a las personas homosexuales siempre debe incluir la verdad sobre la enseñanza católica y la castidad.

“Como madre, la Iglesia busca proteger a sus hijos del daño del pecado, como una expresión de su caridad pastoral”, dijo el cardenal.

En otra ocasión, en una columna de opinión el Arzobispo de Filadelfia, Mons. Charles Chaput, criticó el controversial libro, recordando el pasaje bíblico de Romanos 1: 21-27, donde San Pablo deja en claro que: “Jesús no vino a afirmarnos en nuestros pecados y comportamientos destructivos –cualesquiera que fueran– sino a redimirnos”.

Mattson, que no comentó específicamente los tuits del P. Martin, sugirió que el mensaje de la Iglesia para aquellos que se autoidentifican como LGBTI debería ser: “Reconozca su dignidad y rechace las etiquetas sexuales restrictivas y reduccionistas del mundo”.

El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que aquellos que experimentan atracción por personas del mismo sexo “deben ser aceptados con respeto, compasión y sensibilidad”, y explica que las personas denominadas LGBTI, como todos los católicos, están llamadas a la virtud de la castidad.

“Fuiste llamado a ser, por Dios Padre que te tejió en el útero, hombre y mujer, a su semejanza. Reclama tu verdadera naturaleza, en humildad, reconociendo que eres una criatura, hecha por Dios”, dijo Mattson.

“La humildad, no el orgullo, es el único camino hacia la paz y la verdadera libertad humana”, dijo.

Finalmente, sugirió que otra respuesta apropiada a los desfiles del orgullo es tener “pesar, inclinar las cabezas y orar por los que marchan en el mundo”.

Estas oraciones deben ser “guiadas por la esperanza y confianza de que, por la gracia de Dios, algún día conocerán el amor del Padre hacia ellos, y en su tierna mirada, finalmente entender quiénes son realmente”. “Tal ha sido el regalo que la Iglesia me ha dado”, concluyó Mattson. Fuente Aciprensa
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