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Vestidas y alborotadas dejaron a 23 jóvenes de un equipo femenil de fútbol, pues su director técnico, Javier Everardo Ramos Triguero, las citó ayer viernes en el campo donde entrenaban, supuestamente para viajar a Campeche a un torneo, pero nunca llegó.
El entrenador, a quien no pudieron localizar las jóvenes, defraudó a los padres de las muchachas por más de 70,000 pesos, dinero que le habían dado poco a poco a lo largo de dos meses de entrenamiento que tuvieron.
La historia del fraude comenzó hace poco más de dos meses, cuando un entrenador de nombre Luis Chay les presentó a las jóvenes a Ramos Triguero, quien, dijo, era su amigo. Se planteó a las jugadoras el proyecto de tener un equipo “en forma” con miras a participar en campeonatos fuera de la ciudad. Ramos Triguero sería el director técnico.
Así comenzaron a reclutar jugadoras, formaron el equipo “Quetzales” y comenzaron a entrenar en el campo de la unidad deportiva del barrio de San Juan, aunque lo hacían sin permiso expreso de la Comuna.
Debido a la falta de vigilancia en el campo, nunca nadie les cuestionó su presencia en el sitio.
Durante unos dos meses Ramos Triguero organizó juegos entre “Quetzales” y equipos de algunas poblaciones, lo cual dio más confianza a los padres de familia, a quienes el entrenador les pedía dinero en pequeñas cantidades y poco a poco para realizar diversos trámites.
Cierto día, Ramos Triguero informó a las jóvenes y sus papás que los días 8, 9 y 10 del presente participarían en la “Copa Adidas” en Campeche, para lo cual les fueron pidiendo dinero para su credencial, un seguro, una playera e incluso $800 por cada habitación que supuestamente ocuparían en un hotel de Campeche, tanto ellas como familiares y amigos.
Aunque se le dio todo lo que pidió porque ya le tenían confianza, uno de los papás, Marcos Santoyo Coronado, dijo que presintió que “algo no estaba bien”, y ayer mismo se comunicó al hotel donde supuestamente llegarían. Sin embargo, le dijeron que no había reservaciones ni tampoco se estaba realizando alguna “Copa Adidas”.
Pese a ello, las jóvenes acudieron ayer, como habían acordado, a las instalaciones de la Unidad Deportiva, alrededor de las 8 de la mañana, para abordar un supuesto autobús que las llevaría a Campeche. Pero Ramos Triguero no llegó.
No responde
A pesar de que las jugadoras le comenzaron a llamar a su teléfono, 9991-49-20-42, el entrenador ya no respondió e incluso bloqueó su página de Facebook, su WhatsApp y todo tipo de comunicación.
Tanto padres de familia como jugadoras se quedaron vestidos y alborotados, con todo y el equipaje que ya tenían listo para viajar.
Las jugadoras indicaron que de manera individual acudirían al Ministerio Público a interponer denuncias, para que se abra una investigación sobre Ramos Triguero, “porque seguramente en otro lugar podría hacer lo mismo”.
Hasta ayer en la tarde ya habían denunciado al menos dos de las afectadas.