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Dani Pedrosa, que vive este 2018 su último año como corredor del equipo oficial Respol Honda, prepara el escenario perfecto para hablar sobre su futuro. Un futuro que estará probablemente lejos de la competición. El piloto español, de 32 años, ha calibrado la oferta de Yamaha de llevar una M1 después de que su fichaje por la casa japonesa se truncara dos años atrás. Ha consultado a cuanta gente ha podido cómo funciona la moto, que está teniendo muchos problemas este curso. Pero la posibilidad de ser uno de los pilotos del nuevo equipo impulsado por el Sepang International Circuit (SIC), con patrocinio de la petrolera Petronas y unas M1 satélite, no parece atraerle lo suficiente. El hecho de recaer en un equipo distinto, nuevo, privado, y adaptarse a una nueva máquina después de 18 años llevando una Honda no le convence. No, después de la temporada que lleva a cuestas.
No empezó el curso demasiado bien. Fue séptimo en Qatar. Pero, claro, la Honda aún no andaba fina del todo. Y el de Losail nunca fue el mejor circuito para él. Después de clasificarse segundo en Argentina, Zarco se lo llevó por delante en las vueltas iniciales de la carrera. Se fracturó el radio y tuvo que pasar por el hospital. Compitió en Austin, con dolor, como otras tantas veces. Y llegó a Jerez, donde el año pasado rompió a llorar en el podio tras una fantástica victoria. Y volvió a salir lesionado, con la cadera inflamada y llena de líquido. Y con otro cero. Las dos lesiones marcaron el primer tercio del campeonato para Pedrosa, que, además, supo en Mugello, durante el gran premio de Italia, que HRC no le renovaría el contrato. Su puesto lo ocupará Jorge Lorenzo, otro veterano de la categoría.
El dolor, las carreras que no ha podido acabar y la falta de confianza de Honda han hundido al corredor, que está firmando la peor temporada desde que debutara en la categoría, en el 2006. No solo no ha ganado ninguna carrera, sino que ni siquiera ha subido al podio. Y en los últimos tres grandes premios se clasificó siempre más allá del 11º puesto. No ha ocultado que las dudas sobre su futuro están afectando a su rendimiento en la pista. Su entorno reconoce que ya lo hizo aquella primera intervención quirúrgica nada más comenzar el curso. Y desde entonces nada ha ido a mejor.
El anuncio de su retirada parece, pues, inminente. Claro que a nadie se le olvida que también lo era hace unas semanas y que al final no hubo nada de nada.
El no anuncio en Montmeló
Hace poco menos de un mes el hospitality de Honda, ese camión que se convierte en restaurante, oficinas y sala de conferencias, se llenó hasta los topes. Días antes Dani Pedrosa había convocado a los medios. Hablaría sobre su futuro, dijo. Y lo hizo. A medias. Porque apenas comunicó que estaba barajando “diversas opciones” y que no había tomado todavía ninguna decisión. No quería precipitarse, advirtió. Y de hecho insistió en lo que filtraba horas antes su equipo de confianza, capitaneado por el expiloto Sete Gibernau: “Dani no va a anunciar nada especial, será una rueda de prensa normal, como la de cada jueves”. Pues cada jueves, a las 16.15, Pedrosa está disponible para los medios. Y así fue aquel día también, el primero de un gran premio de Cataluña en que no se produjo el anuncio esperado: la retirada del piloto catalán, uno de los mejores del Mundial de motociclismo.
Estos días se vive una situación similar después de que el martes el piloto de Castellar del Vallés convocara de nuevo a los medios. “Finalmente, he tomado la decisión con respecto a mi futuro. Quiero poder comunicarlo personalmente y a todo el mundo a la vez. Por eso, en Sachsenring daré una rueda de prensa para anunciarlo”, decía. Otro jueves, la primera jornada del gran premio de Alemania, en que se convocaba a la prensa. Pero esta vez el anuncio tendrá un escenario diferente, más institucional, si se quiere: la sala de conferencias del circuito. Y será a las 16.00.
A su llegada a Sachsenring, Pedrosa es el 12º clasificado, con 41 puntos (140 suma Márquez, su compañero de equipo); con tres ceros y ningún podio todavía. Con 31 victorias en la categoría reina, 54 en total (y es el séptimo con más triunfos, empatado con Mick Doohan), el catalán ha logrado, hasta la fecha, ganar un mínimo de dos carreras por año en los 13 años que lleva en MotoGP. Además, dejará Honda (y probablemente el Mundial) como el tercer piloto con más grandes premios disputados. Ahora suma 285, por detrás de Rossi (371) y Capirossi (328).
Dani Pedrosa, que vive este 2018 su último año como corredor del equipo oficial Respol Honda, prepara el escenario perfecto para hablar sobre su futuro. Un futuro que estará probablemente lejos de la competición. El piloto español, de 32 años, ha calibrado la oferta de Yamaha de llevar una M1 después de que su fichaje por la casa japonesa se truncara dos años atrás. Ha consultado a cuanta gente ha podido cómo funciona la moto, que está teniendo muchos problemas este curso. Pero la posibilidad de ser uno de los pilotos del nuevo equipo impulsado por el Sepang International Circuit (SIC), con patrocinio de la petrolera Petronas y unas M1 satélite, no parece atraerle lo suficiente. El hecho de recaer en un equipo distinto, nuevo, privado, y adaptarse a una nueva máquina después de 18 años llevando una Honda no le convence. No, después de la temporada que lleva a cuestas.
No empezó el curso demasiado bien. Fue séptimo en Qatar. Pero, claro, la Honda aún no andaba fina del todo. Y el de Losail nunca fue el mejor circuito para él. Después de clasificarse segundo en Argentina, Zarco se lo llevó por delante en las vueltas iniciales de la carrera. Se fracturó el radio y tuvo que pasar por el hospital. Compitió en Austin, con dolor, como otras tantas veces. Y llegó a Jerez, donde el año pasado rompió a llorar en el podio tras una fantástica victoria. Y volvió a salir lesionado, con la cadera inflamada y llena de líquido. Y con otro cero. Las dos lesiones marcaron el primer tercio del campeonato para Pedrosa, que, además, supo en Mugello, durante el gran premio de Italia, que HRC no le renovaría el contrato. Su puesto lo ocupará Jorge Lorenzo, otro veterano de la categoría.
El dolor, las carreras que no ha podido acabar y la falta de confianza de Honda han hundido al corredor, que está firmando la peor temporada desde que debutara en la categoría, en el 2006. No solo no ha ganado ninguna carrera, sino que ni siquiera ha subido al podio. Y en los últimos tres grandes premios se clasificó siempre más allá del 11º puesto. No ha ocultado que las dudas sobre su futuro están afectando a su rendimiento en la pista. Su entorno reconoce que ya lo hizo aquella primera intervención quirúrgica nada más comenzar el curso. Y desde entonces nada ha ido a mejor.
El anuncio de su retirada parece, pues, inminente. Claro que a nadie se le olvida que también lo era hace unas semanas y que al final no hubo nada de nada.
El no anuncio en Montmeló
Hace poco menos de un mes el hospitality de Honda, ese camión que se convierte en restaurante, oficinas y sala de conferencias, se llenó hasta los topes. Días antes Dani Pedrosa había convocado a los medios. Hablaría sobre su futuro, dijo. Y lo hizo. A medias. Porque apenas comunicó que estaba barajando “diversas opciones” y que no había tomado todavía ninguna decisión. No quería precipitarse, advirtió. Y de hecho insistió en lo que filtraba horas antes su equipo de confianza, capitaneado por el expiloto Sete Gibernau: “Dani no va a anunciar nada especial, será una rueda de prensa normal, como la de cada jueves”. Pues cada jueves, a las 16.15, Pedrosa está disponible para los medios. Y así fue aquel día también, el primero de un gran premio de Cataluña en que no se produjo el anuncio esperado: la retirada del piloto catalán, uno de los mejores del Mundial de motociclismo.
Estos días se vive una situación similar después de que el martes el piloto de Castellar del Vallés convocara de nuevo a los medios. “Finalmente, he tomado la decisión con respecto a mi futuro. Quiero poder comunicarlo personalmente y a todo el mundo a la vez. Por eso, en Sachsenring daré una rueda de prensa para anunciarlo”, decía. Otro jueves, la primera jornada del gran premio de Alemania, en que se convocaba a la prensa. Pero esta vez el anuncio tendrá un escenario diferente, más institucional, si se quiere: la sala de conferencias del circuito. Y será a las 16.00.
A su llegada a Sachsenring, Pedrosa es el 12º clasificado, con 41 puntos (140 suma Márquez, su compañero de equipo); con tres ceros y ningún podio todavía. Con 31 victorias en la categoría reina, 54 en total (y es el séptimo con más triunfos, empatado con Mick Doohan), el catalán ha logrado, hasta la fecha, ganar un mínimo de dos carreras por año en los 13 años que lleva en MotoGP. Además, dejará Honda (y probablemente el Mundial) como el tercer piloto con más grandes premios disputados. Ahora suma 285, por detrás de Rossi (371) y Capirossi (328).
Fuente: El País