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La maestra Josefa González Blanco, propuesta por Andrés Manuel López Obrador para ocupar la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), está en Tabasco con un grupo de veterinarios, intentando apoyar y salvar al manatí, especie en peligro de extinción, que en los últimos tres meses ha registrado una muerte masiva en la zona, por causas todavía no identificadas.
A través de su cuenta de Twitter, la integrante del equipo del virtual ganador a la Presidencia de la República, reveló que hasta el momento van más de 20 ejemplares muertos, por lo que México “está de luto por estas pérdidas”.
El mensaje se encuentra acompañado de una fotografía, donde González Blanco, se encuentra en cuclillas observando a un manatí sumergido en un cuerpo de agua.
“Con mi equipo de veterinarios en Tabasco intentando apoyar y salvar a un manatí de la zona de Macuspana donde se han muerto hasta hoy más de 20 manatíes. Este fenómeno comenzó en mayo y no se conocen las causas de estas muertes. México está de luto por estas pérdidas”, escribió.
Al responder a un comentario, Josefa González Blanco señaló que “toda vida cuenta. Desde la más pequeña hasta la más grande. Vida es vida y yo tengo un compromiso personal de salvar vidas y respetarlas todas”.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la mortandad comenzó el 18 de mayo en tres diferentes sitios de los municipios de Macuspana y Centla, así como en la Laguna de Las Ilusiones, municipio de Centro.
Se estima que Tabasco tiene la población más significativa de manatíes de todo el país, (alrededor de mil individuos), lo que se atribuye a que cuenta con una gran extensión de zonas lagunares y ríos interconectados que conforman su hábitat natural.
El jueves pasado, la Profepa dio a conocer que integró un grupo de trabajo con los tres niveles de gobierno y especialistas académicos, con el fin de investigar las causas de estos decesos.
Entre las hipótesis planteadas sobre los cadáveres hallados en las cuencas de los ríos Bitzal y Meluco, se encuentra la posible intoxicación por hidrocarburos, agroquímicos o plantas y microalgas; además de que también se considera la presencia de patógenos transmitidos por animales domésticos.
En entrevista con Excélsior, Víctor Hirales, presidente y fundador de la organización Derecho Sin Fronteras, dijo que más allá de hacer un muestreo del agua, se necesita realizar un análisis de las algas dentro del polígono, donde se han encontrado los manatíes muertos, debido a que los flujos son constantes, lo que no permitiría tener resultados confiables sobre una posible contaminación.
“La única forma de saber qué está causando la contaminación del agua es estudiar las algas e identificar cual ha sido el fenómeno de nutrición tanto de los manatíes como del agua, a través del estudio de la biota (organismos vivos presentes en el hábitat)”, detalló.
El activista también mencionó que un problema latente es el uso de ácido muriático, utilizado por comunidades pesqueras para limpiar pequeñas embarcaciones, así como identificar el sistema de descargas de agua residual que convergen en la zona.
Excélsior