Sudáfrica.- Caden padecía una extraña enfermedad que provocaba que no sintiera la sensación de “quedar lleno” cada que ingería cualquier alimento, esto sin importar cuánto hubiese comido. El trastorno que padecía es conocido como Síndrome de Prader-Willi, enfermedad genética que llevó a la muerte al menor de 11 años.
Caden Benjamín solo tenía 11 años falleció en el hospital de Pretoria, en Sudáfrica, de acuerdo con información de medios locales.
La madre del menor trató siempre de limitar la alimentación de su hijo, al grado de esconder la comida, guardarla bajo llave sin embargo esto no funcionó, ya que el menor terminaba comiendo papel higiénico o cualquier cosa que encontrara en la basura, ya que debido a su enfermedad nunca se sentía lleno.
"Normalmente comenzaba el día comiendo cuatro rebanadas de queso tostado, y una hora más tarde tomaba Coca Cola y se comía lo que hubiese quedado de la noche anterior", contó la madre.
Luego, para el almuerzo, ingería dos grandes trozos de pollo. Comía cada hora durante el resto del día, dijo.
Debido a la excesiva comida que ingería llegó a pesar 90 kilos a la edad de 10 años, por lo que era de esperarse que tuviera obesidad, lo que lo conllevó a tener graves enfermedades respiratorios, diabetes y hasta depresión. Incluso el tamaño de su corazón aumentó, cuando cumplió los 11 tenía que respirar a través de un tubo insertado en la tráquea.
El menor no asistía a la escuela y su madre tuvo que dejar de trabajar para cuidarlo, situación que generó la escasez de recursos económicos, por lo que fue lanzada una campaña para la recaudación de dinero para el tratamiento del menor , sin embargo ahora ese dinero se destinará para los gastos de su funeral.
El Síndrome de Prader-Willi es una enfermedad causada por la ausencia de un cromosoma y una de sus posibles manifestaciones es el hambre constante, ya que el cerebro no capta la señal de que el estómago está lleno.