Por: Bernardo González, Chief Alchemist Officer de KIO Networks
La medicina es una de las ciencias que más impulso está recibiendo por parte de la Inteligencia Artificial (IA), esto gracias a las herramientas orientadas a analizar grandes cantidades de datos, detección de patrones y desarrollo de algoritmos. Lo anterior se traduce en procesos que van desde agilizar diagnósticos y realizar análisis genéticos cada vez más complejos, hasta personalizar soluciones conforme a las necesidades de cada paciente.
Entre las aplicaciones que seguramente dominarán esta tendencia a lo largo del próximo año están:
Nuevos medicamentos: La posibilidad de analizar grandes cantidades de información y establecer posibles patrones de respuesta son también la herramienta principal para que la industria médica pueda predecir y anticipar cómo reaccionan determinadas moléculas, reduciendo los márgenes de tiempo y eficientando el uso de recursos.
Diagnósticos y tratamientos: Todo el tiempo, ya sea cuando estamos enfermos o no, generamos una enorme cantidad de información, la cual al ser analizada con el objetivo de detectar posibles anomalías, también permite reducir los tiempos de respuesta. De igual manera, esta opción representa el acercamiento del cuidado médico a comunidades remotas, las cuales pueden beneficiarse con telemedicina y contar con la oportunidad de enviar expedientes médicos a doctores que no estén geográficamente cerca y quienes pueden dar seguimiento a los distintos casos.
Cirugías robóticas. La telecirugía no es cosa nueva: se desarrolló como una respuesta a los riesgos que enfrentan los astronautas cuando están fuera de la órbita terrestre. El reto ahora es hacerlas cada vez más eficientes y accesibles para una mayor cantidad de personas y así, evitar la necesidad de desplazarse para obtener una respuesta rápida, eficaz y asequible.
Dispositivos médicos. Las pulseras, relojes o medidores continuamente miden aspectos básicos de nuestra salud: desde nuestra temperatura, ritmo cardíaco o actividad física. Para 2020 se prevé que sean un aliado para dos de cada 10 pacientes que tengan un padecimiento que requiera un constante monitoreo. Incluso es posible que la cifra pueda aumentar a tres de cada 10.
¿Qué otras tendencias se consolidarán el próximo año? Muy posiblemente se utilizarán más los chatbots, para la interacción enfocada a obtener mayor información, diagnósticos más precisos, dar consejos o recomendaciones.
Sin duda, la medicina es uno de los campos que tendrá un impacto inmediato y positivo, en especial si se toma en cuenta la evolución de los países en aspectos demográficos y la urgencia de brindar atención cada vez más rápida y personalizada -incluyendo lugares remotos y de difícil acceso-, así como la necesidad de capitalizar datos que permitan afrontar de manera rápida y decisiva posibles epidemias o riesgos sanitarios.