La Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) recortó este jueves los pronósticos de crecimiento para México en 2019
a 1.7 por ciento, desde el 2.1 por ciento que proyectó en diciembre del año
pasado, según su nueva actualización de estimados para América Latina y el
Caribe.
Su previsión está más alineada lo que otros organismos
internacionales y la propia Secretaría de Hacienda han previsto en recientes actualizaciones.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó esta semana sus previsiones para
el PIB de México a 1.6 por ciento desde 2.5 por ciento estimado en octubre del
año pasado. A esto se une la proyección del Banco Mundial, que lo recortó a 1.7
por ciento.
México no fue el único en sufrir recortes, sino toda la
región de América Latina y el Caribe; pasó a 1.3 por ciento comparado con el
1.7 por ciento previsto en diciembre de 2018, cuando lanzó su informe anual
Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2018.
La nueva estimación para 2019 está influida por el complejo
escenario externo y las dinámicas domésticas que se han venido observando en
los países de la región. Para América del Sur estimó un crecimiento que pasará
del 0.5 por ciento en 2018 a 1.1 por ciento en 2019.
Por su parte, Centroamérica crecerá 3.1 por ciento en 2019,
con revisiones leves a la baja en la mayoría de países. Esto es consecuencia de
la mayor desaceleración esperada para Estados Unidos este año, que afecta no
solo al comercio sino también a las remesas que se dirigen hacia esta
subregión, entre otros factores.
Los riesgos
Los principales riesgos para el desempeño económico de la región en este año
aún son una menor tasa de crecimiento global, el bajo dinamismo del comercio
mundial y las condiciones financieras que enfrentan las economías emergentes.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China aún no se
ha resuelto, lo que supone un riesgo no solo para el comercio global y la tasa
de crecimiento del mundo a mediano plazo, sino también para las propias
condiciones financieras que suelen estar vinculadas a la percepción de mayor o
menor riesgo por parte de los agentes.
En tanto, los precios de las materias primas también pueden
verse impactados negativamente por un aumento de las restricciones comerciales,
agregó la CEPAL.
Hasta el momento, se prevé para 2019 un leve descenso en el
nivel de precios promedio de los productos básicos (de 5 por ciento), siendo
los productos energéticos los que presentarían la mayor baja (12 por ciento).
Pero dado un empeoramiento mayor al esperado del nivel de
actividad mundial y del comercio mundial, esta proyección podría revisarse a la
baja.
Sigue presente la preocupación por la evolución de la
economía de China: se espera que en 2019 nuevamente desacelere a 6.2 por ciento
de crecimiento y están los habituales riesgos geopolíticos, a los que se
agregan las incertidumbres todavía vigentes como el Brexit.
El Financiero